Con enormes vallas metálicas, México blindó el emblemático Palacio Nacional, corazón del gobierno, de cara a las manifestaciones del Día de la Mujer convocadas en protesta por la creciente violencia de género en un país donde los feminicidios están a la orden del día.
Las barreras, de unos tres metros de altura, también fueron instaladas alrededor de otros importantes edificios del centro histórico de Ciudad de México, como el Palacio de Bellas Artes, el recinto cultural más importante del país, por dónde está previsto que se concentren el lunes las marchas.
Cada vez son más frecuentes en el país, donde a diario son asesinadas nueve mujeres, movilizaciones de grupos feministas que suelen culminar con pintas de edificios, incendios de vehículos y agresiones a policías, lo que ha sido criticado por las autoridades, atizando la ira de sus integrantes.
«Que estén blindando la ciudad es un reflejo de que están enterados de que las mujeres los hemos estado escuchando, los hemos estado viendo y al parecer el miedo cambió de bando», dijo Arussi Unda, portavoz del colectivo las Brujas del Mar, quien afirma que hay una enorme impunidad en el país y las mujeres suelen ser revictimizadas.
México es el segundo lugar en Latinoamérica con más crímenes de mujeres por razones de género, solo después de Brasil, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe. El año pasado, al menos 939 mujeres fueron víctimas de este delito en el país, de acuerdo con cifras oficiales.
La marcha se unirá a otros movimientos previstos alrededor del mundo en conmemoración del Día Internacional de la Mujer y ocurre en momentos en que el presidente Andrés Manuel López Obrador enfrenta el enojo de agrupaciones feministas por su respaldo a un candidato de su partido denunciado por violación.
Y aunque el mandatario asegura que defiende los derechos de las mujeres y que las protestas son organizadas por sus adversarios políticos, algunos grupos feministas lo califican de misógino.
«Es indignante, pocas personas nos apoyan en el grito de justicia», aseveró Becky Bios, quien sobrevivió en 2015 a un intento de feminicidio y participará en la marcha. «Se nota que están tratando de desaparecer la huella de las mujeres que luchamos».
FUENTE: El Economista