Médicos alegan falta de condiciones para realizar su labor en zonas peligrosas o alejadas. “No solo es cuestión de inseguridad, es que falta material, infraestructura y medicamentos para poder realizar bien nuestro trabajo”, señalan.
Con 64% de vacantes vacías en las seis especialidades en las que más hacen falta médicos cerró, en el último minuto de este viernes 3 de junio, la convocatoria que lanzó el gobierno federal el pasado 24 de mayo para reclutar a médicos especialistas de los que hay una importante carencia en varios estados del país.
Animal Político realizó una revisión del total de vacantes por cada una de las seis especialidades con más falta de médicos –medicina interna, urgencias médico quirúrgicas, ginecología y obstetricia, pediatría, anestesiología y cirugía general, que en total concentraban 66% de las plazas– y encontró que de 8 mil 775 disponibles, 5 mil 613 (63.9%) no recibieron la postulación de ningún interesado.
En la revisión hecha dentro de la plataforma donde se lanzó la convocatoria se encontró que en la especialidad de medicina interna, la de mayor número de vacantes ofertadas, con más de mil 700, el 76.4% no recibió ninguna postulación. La situación en esta especialidad es más crítica en entidades como Veracruz, donde 96.8% de las vacantes se quedaron vacías. En Baja California fue el 94.4%; Nayarit, 93.9%; Morelos, 89.8%; Coahuila, 89.6%. En todos los casos, la falta de postulación de los médicos es mayor en las zonas alejadas de las ciudades.
En Veracruz, para medicina interna, solo recibieron postulaciones (cinco) las vacantes en el puerto de Veracruz, Poza Rica, Cardel, Minatitlán y Tuxpan. Y se quedaron vacías el resto en lugares como: Perote, Entabladero, Misantla, Naolinco, Naranjos, Tierra Blanca, Huatusco, entre muchas otras.
El Consejo Nacional para la Evaluación de la Política Social (Coneval), en su Estudio diagnóstico del derecho a la salud 2018, el último disponible, ya advertía sobre esta inequitativa distribución de los médicos.
Uno de los retos fundamentales que enfrenta el Sistema Nacional de Salud es una tendencia a la concentración de los recursos humanos en las zonas urbanas, que se debe, en parte, a la falta de incentivos adecuados para promover el establecimiento del personal en sitios de difícil acceso, señala el Coneval.
Juan Luis Salgado Loza, presidente del Colegio de Medicina Interna de México señala que los especialistas quieren apoyar a llevar atención a la salud a toda la población, pero no pueden forzar a los médicos a que vayan a zonas de riesgo, donde no se les garantiza su seguridad.
En el estudio, Los médicos especialistas en México , de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM, se explica que la distribución inequitativa de los recursos humanos en salud es más notoria en entidades federativas con altos índices de violencia.
“Además –dice Salgado Loza– el problema es todavía más complejo, trae aparejadas cuestiones de que no hay la infraestructura suficiente para dar una buena atención ni los recursos materiales necesarios”.
En 2018, dice el reporte del Coneval, las unidades de hospitalización sumaban un total de 4 mil 571 en el sector público en todo el país; 97.7% de estas se encontraban en localidades urbanas y solo 1.5% en poblaciones rurales, un poco menos de cuatro unidades por cada 100 mil habitantes.
Si bien esta alta concentración urbana podría determinar desigualdades entre localidades y regiones del país, esto no debe entenderse, subraya el Coneval, como un llamado a expandir la oferta hospitalaria de forma improvisada a las regiones más dispersas sino a promover una adecuada planeación de la infraestructura sanitaria que sea accesible, asequible y con calidad para toda la población sin importar la localidad en que habite.
Otro factor son las condiciones de vida y de opciones laborales alternas a las que tendrían que ajustarse los médicos y sus familias en las zonas alejadas. El estudio sobre los médicos especialistas de la Facultad de Medicina de la UNAM precisa que en algunas entidades federativas del país hay un menor ingreso per cápita, escaso o nulo acceso a educación básica de calidad (pensando en las familias), poca disponibilidad de servicios básicos (alimentación, vivienda, etcétera), carencia de infraestructura física para el ejercicio adecuado de la profesión y escasa o nula posibilidad de ejercer la práctica privada en conjunción con el ejercicio público.
Falta de información
Una cuestión que ha generado mucha incertidumbre y especulaciones –porque en la convocatoria solo vienen los salarios que se ofrecen, que llegan hasta 36 mil pesos– es no saber bajo qué esquema se les va a contratar a los médicos especialistas. Esto no se ha especificado.
Que una persona se mueva de entidad, mueva a su familia, mude toda su vida es algo muy complejo como para que solo vayan por unos meses, señala Daniela de la Rosa, vicepresidenta de la Asociación Mexicana para el Estudio de las Infecciones Nosocomiales (AMEIN).
“Hasta ahora –subraya– no sabemos por cuánto tiempo son los contratos. Y muchas de las vacantes que se estaban ofertando en la convocatoria eran vacantes que ya ofrecía el Insabi (Instituto Nacional de Salud para el Bienestar) y eran temporales”.
Sonia López Álvarez, directora ejecutiva de la Sociedad Mexicana de Salud Pública, refrenda lo anterior. “Sí está pesando mucho la cuestión de la inseguridad, pero también la incertidumbre de que no se sabe de qué tipo de contrataciones estamos hablando. Muchas de las vacantes que se ofertaron son las mismas que tenía el Insabi en convocatorias anteriores y esas eran con contratos de solo cuatro meses”.
Además, como el mismo director del IMSS, Zoé Robledo, lo admitió en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, del martes 31 de mayo, en México, para alcanzar las recomendaciones internacionales de 230 médicos por cada 100 mil habitantes, hay un déficit de 154 mil 786 especialistas y 33 mil 832 generales. Es decir, el universo de médicos no es tan grande como para tener más candidatos dispuestos a llenar las vacantes.
La falta de médicos es mucho más grave en estados como Chiapas, donde solo hay 32.2 por cada 100 mil habitantes; Guerrero, con 37; Tlaxcala con 49.4; Oaxaca, 51.1 y Veracruz, 52 por cada 100 mil habitantes.
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La situación seguirá siendo crítica en estos estados. En Veracruz, en las regiones de la Huasteca, Montaña y Papaloapan-olmeca hay cero pediatras para atender a más de 2.4 millones de niños. En ese estado no hubo una sola postulación para las 147 vacantes de pediatría ofertadas, todas se quedaron vacías.
En una posición un tanto mejor quedaron Chiapas, con 73.9% vacías, Guerrero, con 69.4% y Oaxaca, con 55.2% sin un solo médico interesado.
En el caso de ginecología y obstetricia, el 60% de las vacantes en todo el país se quedaron sin postulaciones. Veracruz es también en esta especialidad el estado con la situación más alarmante, ahí se quedaron vacías el 100% de las 149 que se ofertaron. En tanto que Chiapas se quedó con el 82.1% de las vacantes para ginecólogos vacías.
Un médico especialista que pidió mantener su nombre bajo reserva aseguró a Animal Político que no se iría a Veracruz por todos los factores que ya se mencionaron, en las zonas donde se requieren médicos no hay seguridad ni infraestructura adecuada para dar una buena atención a los pacientes, tampoco la garantía de buenas escuelas para sus hijos ni de vivienda y servicios adecuados.
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¿Qué hacer?
En el artículo Recursos humanos para la salud en el contexto de la reforma sanitaria en México, de los investigadores Gustavo Nigenda, Laura Magaña-Valladares y Doris Verónica Ortega-Altamirano, los autores concluyen que no es posible ordenar el campo de los recursos humanos en salud sin planificación.
La formación de nuevos recursos requiere de periodos largos: para un técnico pueden ser dos años y para un médico especialista hasta 12 años. Además de la temporalidad de la formación, debe considerarse qué función debe desempeñar cada categoría y en qué nivel de atención deben participar.
En un escenario de integración del sistema de salud mexicano, la planeación de los recursos humanos en salud debe ser una función clave, que no solo debe considerar la dinámica demográfica y poblacional sino también los cambios organizacionales en el propio sistema de salud.
En México se debe garantizar que las escuelas de medicina formen al personal que tanto la población como las instituciones de salud requieren, mientras que estas –se precisa en el artículo– deben definir claramente el tipo de profesionales y técnicos que necesitan a partir de los cambios que experimentarán en los próximos años.
Si la integración del sistema se lleva a cabo, la planificación se hará en un escenario de mayor certeza en términos de la definición de requerimientos para lograr una asignación equitativa entre instituciones y regiones y un alto nivel de calidad de su desempeño, dice el estudio.
El Coneval, por su parte, señala que se debe buscar crear las condiciones para hacer más atractivo a los especialistas el ejercicio en zonas semiurbanas y rurales y esto incluso generar las condiciones para realizar bien su trabajo pero también escuelas con buen nivel donde inscribir a sus hijos, viviendas dignas y servicios adecuados, así como garantía de seguridad.
Fuente: Animal POlitico