Redacción Macronews.- El periodo canicular que abarcó del 15 de julio al 24 de agosto de 2025 dejó una estela de incertidumbre y afectaciones en la región maya del sureste mexicano, particularmente en los estados de Quintana Roo y Yucatán. Lejos de la sequía extrema que suele caracterizar esta etapa, este año predominó el fenómeno conocido como mamáancháak, es decir, lluvias irregulares que, lejos de beneficiar al campo, complicaron la siembra de la milpa y propiciaron la proliferación de plagas como pájaros y roedores.
Bernardo Caamal Itzá, promotor de las cabañuelas mayas y líder del colectivo Xok K’iin, explicó que las precipitaciones se presentaron de forma desigual: en algunos puntos de la península llovió más de lo esperado, mientras que en otros hubo lapsos de hasta tres semanas sin lluvia, lo que generó condiciones adversas para los agricultores. “Ya sembré en más de tres ocasiones, pero como se espacian mucho las lluvias, los pájaros o los ratones van extrayendo las semillas”, relató Caamal, citando testimonios de milperos de José María Morelos y del sur de Yucatán.
Este patrón climático provocó que hasta un 40% de las parcelas presenten cultivos de diferentes alturas, con zonas completamente vacías donde no se logró sembrar. La falta de humedad constante y la presencia de plagas han sido los principales factores que han comprometido la producción agrícola en esta temporada.
El colectivo Xok K’iin, que realiza pronósticos climáticos basados en observaciones atmosféricas y saberes ancestrales, indicó que durante la última semana de junio y después del 10 de agosto se registró la presencia de chak iik’al en su fase de ondas tropicales, lo que trajo consigo lluvias más intensas. Sin embargo, estas precipitaciones no fueron suficientes ni constantes para garantizar una siembra exitosa.
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Además, los satélites han detectado un fuerte movimiento de las arenas del Sahara, fenómeno que afecta la formación de lluvias intensas en la región. Esta condición ha limitado la llegada de chak’iik’al, o lluvias asociadas a ciclones tropicales, que podrían presentarse con mayor fuerza después del 10 de septiembre y durante octubre, según el pronóstico del Xok K’iin.
El análisis climático realizado por el colectivo en febrero de este año ya anticipaba un escenario de lluvias irregulares y presencia de ciclones, aunque sin abundancia de agua en el mapa de pronósticos. Esta situación ha sido confirmada por los eventos recientes, consolidando la lectura de mamáancháak como la característica dominante del ciclo canicular 2025.
Para los agricultores de la región, este periodo representa un desafío constante, donde la adaptación y el conocimiento tradicional se convierten en herramientas clave para enfrentar los caprichos del clima. La milpa, símbolo de identidad y sustento, sigue siendo vulnerable ante los cambios atmosféricos, y su preservación exige estrategias más precisas y apoyo institucional que reconozca la sabiduría de los pueblos originarios.V