Nacida en Oaxaca, Mare incursionó en el rap en 2003 y encontró el camino hacia los escenarios de protesta en 2006, cuando estalló el conflicto magisterial; busca con sus temas una herramienta para visibilizar y problematizar la opresión patriarcal.
“No quiero tu piropo, quiero tu respeto”, la voz es de una mujer cuyo rostro apenas se distingue entre la penumbra, pero sus consignas suenan enérgicas: “¡Libres y vivas nos queremos!”.
El video forma parte de “Siempre Viva 2022”, álbum de la rapera zapoteca Mare Advertencia Lirika que incluye cuatro canciones —Bienvenidx, Incómoda, Manifiesto feminista, Libres y Vivas, y Escribiendo la historia— estrenadas originalmente en 2016 y que ahora cobran vida en las plataformas digitales con sonido y mensajes renovados.
“Son temas que escribí hace tiempo, pero que siguen teniendo importancia por su mensaje y contexto”, dice en entrevista esta artista que ha encontrado en la furia del rap la vía para señalar injusticias sociales y acompañar a distintos movimientos, como el feminista.
Este 8 de marzo participará junto a otras artistas y colectivos en el festival Manifestación Cultural Incluyente en el Jardín Juárez —en Avenida Chapultepec 61, colonia Juárez—, un encuentro interseccional que reunirá a voces diversas y disidentes. El fin de semana fue una de las artistas convocadas por House of Vans para un encuentro artístico en el marco del Día Internacional de la Mujer.
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Desde tarimas como estas, ya sean físicas o virtuales, Mare es una de las artistas portavoces de las violencias y desigualdades que viven las mujeres. Por eso celebra que el movimiento que se ha dado en los últimos años se haya convertido en una herramienta para visibilizar y problematizar la opresión patriarcal.
“Muchas compañeras, desde este ejercicio político, están nombrando sus historias, están reflexionando sobre sus propios procesos, y eso es sumamente válido, venimos de generaciones de resistencia, de lucha, pero en otros momentos no habíamos podido nombrarlos, ahora se está viendo con mucha más fuerza; y esto también responde a los contextos de violencia”, dice.
Nacida en la periferia de la ciudad de Oaxaca, Mare comenzó a incursionar en el rap en 2003 y encontró el camino hacia los escenarios de protesta en 2006 cuando estalló el conflicto magisterial. A lo largo de 17 años ha tenido presentaciones en Estados Unidos, en diversos países de Latinoamérica, como Perú, Chile, Argentina, y en Europa, en Francia y Luxemburgo. Recientemente ha colaborado con artistas como Natalia Lafourcade y Rubén Blades.
En ese andar ha pasado por un proceso de reivindicación personal. Ella se define como una migrante en tránsito constante, pero también en permanente búsqueda de su identidad. A lo largo de 17 años ha tenido presentaciones en Estados Unidos, diversos países de Latinoamérica y en Europa. (Ariel Ojeda) Nació en la capital oaxaqueña, no heredó la lengua indígena de sus abuelos, pero se reconoce como zapoteca.
También se define como feminista, una reivindicación que asume con orgullo y que pregona en voz alta. “Yo creo en la consigna ‘lo que no se nombra no existe’. Me autonombré feminista para entender las desigualdades que significan mi sexo y mi género. Yo no me nombré mujer, me nombraron, me dieron una categoría y me dijeron: ‘esto tienes que hacer, tienes que recibir esta violencia por quien eres’.
Eso no lo pude decidir, pero sí puedo decidir reivindicar la lucha feminista”, afirma. Un ejercicio que tiene su origen en las experiencias de las mujeres de su familia. “Veo a mi abuela, una mujer zapoteca a la que obligaron a casarse a los 14 años. Cuando ella decidió no reproducir eso hacía mi mamá, decidió algo diferente para mí, y cuando mi mamá decidió que yo tenía el derecho de ir a la universidad, decidió una vida diferente a la que ella tuvo.
Esas historias de mujeres que han roto con lo que les han enseñado es lo que me permite nombrarme desde otro lugar; cuando me nombro feminista es para hacer visible mi historia, reconocer que me atravesó una opresión y que me siguen atravesando historias dolorosas que me falta sanar, pero decidí hacerme cargo de ello”. Acompañando a madres buscadoras en Veracruz, a familiares de desaparecidos en protestas frente a Palacio Nacional, a agrupaciones disidentes en su ciudad natal, Mare transforma esas protestas en versos contestatarios y su imagen inspira a otras creadoras, como a la muralista André, quien plasmó su rostro en un mural dedicado al poder femenino y el maíz en Xochimilco.
Fuente: Milenio Noticias