El papa Francisco arribó a México en su primera visita como pontífice y en la que busca dejar un mensaje de solidaridad con las víctimas de la violencia del narcotráfico y las comunidades afectadas por la pobreza.
El presidente Enrique Peña Nieto y su esposa Angélica Rivera recibieron al papa Francisco a la escalinata del avión de Alitalia que lo trajo a México, mientras miles de personas aguardaban en las calles de la capital mexicana el paso del pontífice a bordo del papamóvil.
Con celulares y linternas encendidas, la gente saludaba el paso de Francisco, el primer papa latinoamericano en la historia de la Iglesia católica.
El papa Francisco fue recibido entre bailes, música de mariachis, y una canción especialmente compuesta para él. Cuatro niños de igual número de estados de México se aproximaron a la pista del hangar presidencial y le acercaron un cofre que según el programa oficial contenía tierra del país.
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«¡Francisco, Francisco, Francisco!», «¡Esta es la juventud del papa!». «¡Francisco hermano, ya eres mexicano!», «¡Queremos que el papa nos dé su bendición!», se oía entre los asistentes.
El pontífice llegó al aeropuerto internacional de la Ciudad deMéxico procedente de La Habana, donde tuvo un encuentro histórico con el patriarca ortodoxo ruso Kirill.
La gente esperó pacientemente el paso del pontífice en medio de una noche fría. Por momentos coreaban «¡Se ve, se siente, el papa está presente!».
«Esperemos que tenga el mismo carisma de Juan Pablo», dijo Nallely López, un ama de casa de 26 años que llegó a ver el paso del papa cargando en brazos a su bebé de cinco meses.
Afuera de la Nunciatura, cientos de personas aguardaban al pontífice, quien realiza su primera visita a México. Catequistas y jóvenes cantaban el «Cielito lindo».
«Cambio en nuestros políticos no va a darse, quizás en la iglesia», dijo Raymundo Olivares, desempleado de 67 años.
Margarita Zavala, esposa del ex presidente Felipe Calderón, llegó hasta la puerta de la Nunciatura.
«El papa llega en un momento difícil para México. Llega en un momento de indignación que espero que canalicemos hacia algo constructivo», dijo la ex primera dama.
«Estoy segura de que el papa nos traerá un mensaje de paz y perdón aunque también nos regañará pero encontrará un pueblo que le quiere mucho», añadió.
«¡Se ve, se siente, el papa está presente!», gritaba la gente acomodada sobre la avenida Bicentenario.
«Va a venir a hablarnos fuerte, en Mexico hay muchos problemas económicos y de inseguridad; hay mucho egoísmo y él viene con un mensaje también de paz y esperanza, que necesitamos», dijo Tania Vásquez, un ama de casa de 39 años oriunda de la capital y quien llegó con su hijo Carlos de seis años y otros familiares.
Unos días antes de su viaje al país, el propio papa Francisco señaló que no le daría la vuelta a los problemas que enfrenta México, como la violencia, la corrupción y el narcotráfico.
El papa Francisco estará seis días en el país, tiempo durante el cual recorrerá algunas de las localidades con más pobreza, marcadas por diversos hechos de violencia y migración.
«Quisimos mucho a Juan Pablo y lo vimos pasar en varias ocasiones por estas calles, ahora queremos ver al primer papa latinoamericano visitándonos», dijo Carlos García jubilado de 85 años. «México necesita mucho el mensaje del papa», señaló.
Juan Pablo II visitó el país en cinco ocasiones y es un papa que tuvo una gran conexión con la gente, quienes incluso lo bautizaron como el «para mexicano».
Fuente: El comercio