Lo anterior descarta la hipótesis de la primera necropsia oficial emitida en las últimas semanas por la Fiscalía de Nuevo León, la cual apunta a un posible accidente
Debanhi Escobar fue asesinada y sufrió abuso sexual antes de morir, de acuerdo con el segundo informe forense que solicitó la familia de la joven, hallada sin vida en una cisterna en Escobedo, Nuevo León.
Los resultados del dictamen fueron difundidos por el diario EL PAÍS, a los que señala que tuvo acceso.
Lo anterior descarta la hipótesis que deriva de la primera necropsia oficial emitida en las últimas semanas por la Fiscalía de Nuevo León, la cual apunta que la causa de muerte se dio debido a un posible accidente.
En el dictamen solictado por Mario Escobar, padre de la joven de 18 años, se señala que fue golpeada varias veces con un “agente contundente” en la cabeza y murió antes de llegar al tanque de agua. “Se trata de una muerte violenta homicida”, concluye el texto. Y el cadáver presentó “huellas de una relación sexual violenta”.
La Fiscalía integró esta información en la carpeta de investigación, aunque los detalles sobre su muerte no habían sido revelados hasta ahora, según información de EL PAÍS.
El 25 de abril, Mario Escobar solicitó una segunda autopsia debido a las incosistencias que contenía la autopsia oficial, emitida por la Fiscalía.
Debanhi falleció antes de estar en la cisterna
El segundo dictamen forense, que analiza las imágenes de la exploración médica del cadáver, pruebas diagnósticas y conclusiones, señala que el cuerpo de Debanhi Escobar presentaba signos de violencia sexual. Un dato que no mencionó ni analizó la primera autopsia. Tampoco lo informó la Fiscalía, que cuenta con el informe independiente, solicitado por la familia Escobar, que fue entregado desde el 2 de mayo. “El cuerpo presenta huellas de una relación sexual vaginal, violenta y reciente”, explica el texto. “Esto se deduce por haber encontrado equimosis violáceas y hematomas” en la zona exterior de los genitales.
El forense concluye que la joven falleció antes de que su cuerpo fuera introducido o arrojado a la cisterna; sin embargo, no valora cómo llegó ahí. Coincide con la primera necropsia en la causa de la muerte, por profundos golpes en la cabeza, es decir, por una “hemorragia intracraneal que provocó un choque neurogénico (daño al sistema nervioso) y este, un paro respiratorio”. La lesión más grave, que le provocó la muerte fue un duro impacto en la región frontal derecha del cráneo. Pero la segunda autopsia va más allá.
Más lesiones en la cabeza
Debanhi presentaba más lesiones en la cabeza y no solo una, como parecía sugerir la conclusión de la primera autopsia que se hizo pública. “Equimosis violáceas en ambos lados de la región frontal del cráneo, en párpados derechos e izquierdos, en el lado izquierdo de la nariz, en ambos labios, arriba de la oreja derecha y la región retroauricular derecha”, señala el documento. Según la manera de muerte que describe el doctor, “las contusiones craneofaciales son de origen externo al cuerpo y por ser intensas, repetidas y con diferentes ángulos de impacto, se deduce que fueron causadas por otra persona y que se trata de una muerte violenta homicida”. El forense precisa que debió ser con un “agente mecánico contundente”, es decir, no fue golpeada con un arma filosa.
Otra de las pruebas forenses que determinan que no se cayó, además de la causa de muerte mencionada, es que no tenía ninguna fractura ni otras lesiones, además de las de la cabeza, según las radiografías que le hicieron al cadáver. Sí se observa, no obstante, la fractura de una uña —de acrílico color naranja— “en forma transversal al nivel de su parte media”.
Debanhi se encontraba descalza, con calcetines, y con el torso parcialmente desnudo. “Presenta blusa blanca sin mangas, deslizada hacia el cuello por fuera de la extremidad superior derecha (brazo derecho) y por el lado izquierdo, deslizada hasta la axila izquierda por dentro de la extremidad superior izquierda (brazo izquierdo)”, apunta el informe.
FUENTE: EL UNIVERSAL