Del “Mayo” Zambada al Drácula: ellos son los detenidos clave en la ola de violencia en Sinaloa
Durante el conflicto entre “Los Chapitos” y “Los Mayos”, elementos de alto perfil en la estructura del Cártel de Sinaloa han sido detenidos o abatidos por las autoridades federales
La ola de violencia que ha sacudido Sinaloa en los últimos meses ha tenido un impacto significativo en las estructuras del Cártel de Sinaloa y sus facciones. Para entenderla, hace falta conocer las detenciones clave antes y durante el conflicto.
A lo largo de 2024, diversas detenciones y abatimientos han marcado un cambio en el panorama criminal del estado, afectando tanto a las principales figuras de los cárteles como a sus colaboradores más cercanos.
Estos eventos no solo reflejan el trabajo de las autoridades para desmantelar las operaciones criminales, sino también las luchas internas dentro de la organización.
Los golpes al Cártel de Sinaloa
Uno de los golpes más duros para el Cártel de Sinaloa ocurrió en julio de 2024 con la captura de Ismael «El Mayo» Zambada, un líder histórico y pieza fundamental en el tráfico de drogas entre México y Estados Unidos y motivo por el cual inició la ola de violencia en el estado.
La detención de «El Mayo» representó la pérdida de una de las figuras más influyentes dentro del cártel, quien, junto con Joaquín «El Chapo» Guzmán, había dirigido la organización desde sus inicios.
Su arresto fue clave precio al estallido de la ola de violencia, la cual inició el 9 de septiembre y ha generado cientos de muertos, desaparecidos y crímenes del fuero común en el centro y sur de Sinaloa.
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Su arresto no solo afectó las operaciones de narcotráfico, sino que también desencadenó un vacío de poder que ha generado incertidumbre sobre el futuro del cártel.
Poco después, en el mismo mes, se produjo la detención de Joaquín Guzmán López, conocido como «El Güero», uno de los hijos de «El Chapo».
«El Güero» había sido un alto mando dentro de «Los Chapitos», la facción liderada por los hijos de Joaquín Guzmán.
Su arresto fue otro golpe significativo, dado que «Los Chapitos» habían intentado consolidar su poder en el cártel y continuar con las operaciones de tráfico de droga en diversas regiones de México y Estados Unidos.
En octubre de 2024, poco después de que iniciará el conflicto entre “Los Chapitos” y “Los Mayos”,, otro operativo importante llevó a la detención de «El Max», un operador clave del Cártel de Sinaloa, que desempeñaba un papel crucial en la logística del tráfico de armas y drogas.
«El Max» fue capturado en un operativo que buscaba desmantelar las rutas de tráfico que conectan Sinaloa con otros estados del país y con los Estados Unidos, debilitando una de las principales redes de distribución del cártel.
El debilitamiento de las células criminales
La presión sobre las células de «Los Chapitos» y otras facciones del Cártel de Sinaloa continuó a lo largo de 2024. En julio, Néstor Arturo López Arellano, conocido como «El 20», fue detenido en un enfrentamiento con autoridades federales.
«El 20» era uno de los líderes más violentos del cártel, encargado de controlar territorios clave en Sinaloa, y su captura fue un paso importante en el debilitamiento de los grupos de sicarios que operan en la región.
La violencia en Sinaloa también alcanzó su punto máximo en septiembre de 2024 con la muerte de Raúl Peña Sánchez, alias «El Caimán», quien fue abatido en un enfrentamiento con fuerzas federales.
«El Caimán», uno de los operadores más sanguinarios del cártel, tenía vínculos cercanos con «Los Chapitos» y había sido responsable de la violencia en varias regiones del estado.
Su muerte dejó un vacío de poder que fue rápidamente aprovechado por otras facciones, lo que generó un incremento de la violencia en las calles de Culiacán y otras ciudades de la región.
La captura de actores clave en el tráfico de armas y drogas
A medida que las fuerzas de seguridad intensificaron sus operativos, Omar Félix, conocido como «El Pelón», fue arrestado en noviembre de 2024.
«El Pelón» era un operador clave dentro de «Los Chapitos» y estaba involucrado en actividades de tráfico de drogas y armas.
Su captura se produjo poco después de que su hermano Horacio Félix fuera detenido, lo que debilitó aún más la estructura criminal en Sinaloa.
En diciembre, hubo más detenciones: Paul Alexander «N» y su pareja, Karla Alejandra «N», fueron arrestados en Culiacán tras una investigación que los vinculó con una red de tráfico de armas y drogas para el Cártel de Sinaloa.
Ambos operaban en el abastecimiento de armamento pesado y drogas para las células de sicarios que controlan diversas áreas del estado.
Su captura representó un golpe directo al tráfico de armas, un sector clave para la continuación de la violencia en la región.
Finalmente, Juan Manuel Bernal Hernández, conocido como «Drácula», fue detenido el 27 de diciembre de 2024.
«Drácula», un líder de una de las células más violentas de «Los Chapitos», estaba vinculado a actividades de narcotráfico, extorsión y el control del mercado de camarón en la región.
Su detención se dio en el contexto de un aumento de operativos en Culiacán, donde las autoridades intentaron cortar las cabezas de las facciones de «Los Chapitos» y «El Mayo».
Desafíos y futuro de la violencia en Sinaloa
Aunque estas detenciones y abatimientos son considerados como logros para las autoridades, los analistas advierten que la violencia en Sinaloa podría intensificarse a medida que las facciones se reconfiguran y buscan llenar los vacíos de poder dejados por la captura de sus líderes.
La lucha por el control de las rutas de narcotráfico y la distribución de armas en la región podría desencadenar una nueva fase de confrontaciones entre los grupos criminales, lo que podría tener efectos devastadores para la seguridad pública.
La estrategia del gobierno mexicano sigue siendo una de presión constante sobre los cárteles, pero los resultados a largo plazo dependerán de la capacidad de las autoridades para mantener la estabilidad en las zonas más afectadas por la violencia.
En tanto, Sinaloa continúa siendo una de las regiones más conflictivas del país, y el futuro de su seguridad es incierto.
FUENTE: LA SILLA ROTA