DENUNCIAN RED DE CORRUPCION AL INTERIOR DE LA DIRECCIÓN DE TRANSPORTES DE YUCATÁN, CON GANANCIAS DE 500 MILLONES DE PESOS
Una red bien organizada de corrupción opera al interior de la Dirección de Transporte de Yucatán, en la cual no solo está involucrado el director de la dependencia, Alejandro González Poveda, sino que es quien la dirige.
La banda ha obtenido una millonaria fortuna a través de extorsiones y la venta ilegal de concesiones.
La red contaba con la protección en el Gobierno del Estado, a través del ex diputado y ex presidente del PAN Yucatán, Víctor Hugo Lozano Poveda, primo del director, quien lo sacó del Instituto de Conservación Carretera de Yucatán (Incay) para llevarlo a transporte.
De acuerdo con las investigaciones, la red cobra 200 mil pesos por la concesión por un periodo de 10 años.
El padrón de concesionarios de transporte público en la entidad es de 4 mil 500 empresarios, de estos, al menos unas 2 mil 500 han pagado por la renovación de transporte, dinero que no ingresa a tesorería.
Es decir, han obtenido nada más y nada menos que 500 millones de pesos, que se repartirían entre la red.
La agrupación está integrada por Alejandro González Poveda, quien durante más de 7 años trabajó como agente en la Policía Municipal de Mérida, ocupó el cargo de subdirector, también forma parte su esposa Cidney León Bencomo, Raúl Pérez y Cindy Soberanis, jefa de renovaciones de concesiones, quien a su vez es esposa de Raúl Pérez.
El operador es Raúl, quien no figura como empleado de la dependencia, pero hace el trabajo sucio de ofrecer y cobrar las cuotas.
Raúl es compadre de González Poveda, por lo cual es de toda la confianza, y fue la persona ideal para realizar el trabajo sucio.
El operador durante años trabajó en la Dirección de Transporte, sin embargo, en el 2020, fue cesado por actos de corrupción.
Mototaxistas se quejaron de que eran víctimas de extorsión por parte de personal de la dependencia.
Ante esta situación, Rafael Hernández Kotasek, quien fungió como director del Instituto de Movilidad, inició una investigación interna, comprobando los actos de corrupción del funcionario.
Por lo cual, cesó de sus funciones a Raúl Pérez y lo boletinó en la lista de servidores públicos sancionados para que no pueda ocupar un cargo público.
A pesar de esta situación, su compadre lo rescató del exilio y lo acomodó de manera externa para hacer el trabajo sucio con los transportistas.
Es la persona que visita a los empresarios transportistas, quien les ofrece agilizar la renovación de las concesiones, o bien, vende concesiones que se les retiran a personas que no pueden pagar.
Cada una de las operaciones cuesta 200 mil pesos.
Hay gente que acude a denunciar en la dirección, sin embargo, se topan con pared debido a que la cabeza, es el propio director.
En tres años, González Poveda logró amasar una gran fortuna, al grado de que compró una casa en un complejo residencial, adquirió de contado un auto BMW y a su esposa, quien es secretaria en el INCAY con un sueldo de 11 mil 791 pesos, le compró una camioneta.
Además, ha realizado viajes por diferentes partes del país y del mundo, como ellos mismos presumen.
Con su sueldo de 68 mil 124 pesos, es complicado que pueda adquirir esos bienes y darse ese tipo de lujos.
Asimismo, cada determinado tiempo montan operativos de inspección al transporte público, con la intención de cobrarles una cuota a los transportistas.
A cada vehículo de transporte público que detienen, les cobran entre 20 a 50 mil pesos, dependiendo del motivo.
Asimismo, los trámites gratuitos de actualización los cobran, por lo cual la dependencia se ha convertido en una gran mafia.
Hasta el momento, la Secretaría General de Gobierno, a cargo de Omar Pérez Avilés, no ha realizado cambios de mando.
La dirección de transporte de Yucatán, encabezada por Alejandro González Poveda, primo del ex presidente del Congreso del Estado, Víctor Hugo Lozano Poveda, ha convertido a la dependencia en un verdadero infierno laboral.
Persecución, hostigamiento e incluso acoso, es a lo que se enfrentan los empleados de la dependencia.
Esta situación inició en el 2021, cuando Mauricio Vila Dosal realizó enroques en su Gobierno tras el decreto de la creación de la Agencia de Transporte de Yucatán y donde designó a Rafael Hernández Kotasek como su titular.
En su lugar, Lozano Poveda logró que colocaran a su primo Alejandro González, quien trabajaba en el Incay.
Al llegar comenzó la persecución, hostigamiento y acoso, lo que ha obligado a que varias personas renunciaran ante esta situación.
Cidney León Bencomo, esposa de González Poveda, a pesar de no trabajar en la dirección de transporte, al tener su base en el Incay, es quien hostiga, humilla y menosprecia a los trabajadores, esto con la anuencia de su esposo.
Tanto Alejandro, como su esposa Cidney, han logrado colocar a sus hijos como directores en diferentes dependencias de Gobierno como el Incay, Segey y la Agencia de Transporte.
CON INFORMACIÓN DE: SOL DE YUCATAN