DÍA DE LA CANDELARIA DEJARÁ MÁS DE 1,500 MDP EN 2025: TRADICIÓN, FE Y CONSUMO
La celebración del Día de la Candelaria en México no solo mantiene viva una arraigada tradición cultural y religiosa, sino que también representa un motor económico significativo. De acuerdo con la Confederación Nacional de Cámaras de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur), la festividad generará en 2025 una derrama económica superior a 1,500 millones de pesos, impulsada por la venta de tamales, atole y vestimenta para el Niño Jesús.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el número de negocios dedicados a la producción y venta de tamales ha crecido en los últimos años, pasando de 7,224 expendios en 2017 a más de 13,000 en 2023.
La antropóloga María Angélica Galicia Gordillo, del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, explica que la tradición de la Candelaria se forjó a partir de la evangelización en la época colonial, cuando frailes españoles empalmaron la festividad católica con rituales mesoamericanos relacionados con el maíz y la fertilidad. Este sincretismo permitió que la festividad trascendiera generaciones y se adaptara a nuevas costumbres.
Los tamales, elemento central de la celebración, se integraron como parte del festejo tras la adopción de la Rosca de Reyes, cuya figura oculta simboliza al Niño Jesús. Quienes encuentran esta figura en la rosca asumen la responsabilidad de ofrecer tamales el 2 de febrero, reforzando el sentido comunitario y festivo de la tradición.
A pesar de su origen religioso, la permanencia del Día de la Candelaria radica en su carácter lúdico y familiar, lo que garantiza su continuidad en el tiempo, impulsada tanto por la devoción como por la gastronomía y el consumo.