Gustavo Soto Miranda asegura en “Debanhi: ¿Quién mató a nuestra hija?” que fue víctima de acoso mediático y de teorías conspirativas que lo señalaron sin fundamentos.
Su abogado sostiene que presentó pruebas que acreditan su inocencia ante la Fiscalía, mientras la familia de Debanhi mantiene dudas sobre la participación de empleados de la empresa Alcosa.
En el último capítulo de la serie documental “Debanhi: ¿Quién mató a nuestra hija?”, finalmente rompe el silencio Gustavo Isodoro Soto Miranda, mejor conocido como “El Jaguar”, quien fue señalado en su momento como uno de los presuntos involucrados en el feminicidio de la joven Debanhi Escobar ocurrido en abril de 2022 en Nuevo León.
El documental, que aborda las distintas hipótesis del caso, el desarrollo de las investigaciones y el impacto mediático que tuvo, dedica un segmento al testimonio de Soto Miranda, quien se presenta ante las cámaras para aclarar su versión y deslindarse de los señalamientos que circularon en redes sociales y medios de comunicación.
¿Qué dijo ‘El Jaguar’?
Durante su aparición, El Jaguar relata que desde el inicio de la investigación su familia fue vinculada al caso debido a que la empresa de su hermano, Transportes Internacionales Alcosa, apareció en la ruta que Debanhi recorrió la noche de su desaparición.
“Debanhi fue a tocar a la compañía de mi hermano, donde nadie la asistió”, narra Soto Miranda en el documental.
En uno de los fragmentos, se muestra un mapa con los principales puntos relacionados con el caso: la quinta donde se realizó la fiesta a la que asistió la joven con sus amigas, el punto donde fue tomada la última fotografía de Debanhi en la carretera Monterrey–Nuevo Laredo, la sede de Transportes Alcosa y el Motel Nueva Castilla, donde días después fue hallada sin vida dentro de una cisterna. Todos estos lugares se encuentran relativamente cercanos entre sí.
El documental también incluye declaraciones de Dolores Bazaldúa, madre de la víctima, quien señala su sospecha de que los trabajadores de Alcosa pudieron haber tenido algún tipo de participación, ya que la última imagen de Debanhi con vida corresponde a ese punto.
Asimismo, se menciona que durante un cateo realizado en la empresa, las autoridades localizaron rastros de sangre en una de las camionetas. Sin embargo, de acuerdo con el material, el entonces fiscal de justicia de Nuevo León, Rodolfo Salinas, desestimó el hallazgo al afirmar que “no era nada”.
Desmiente teorías y asegura haber estado fuera del país
Más adelante, Soto Miranda recuerda que en redes sociales surgieron teorías que lo vinculaban directamente con el feminicidio.
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“En internet decían que mi hermano y yo le habíamos quitado la vida a Debanhi en la habitación 174 del Motel Nueva Castilla. Eso llevó al señor Mario Escobar a pedir a la Fiscalía investigar esa habitación”, relató.
El señalado negó rotundamente dichas versiones, asegurando que todo surgió de “teorías conspirativas” difundidas en redes sociales.
“En redes sociales dijeron que yo estaba en la fiesta a la cual había asistido Debanhi”, comentó. “Un youtuber de Jalisco publicó un video con fotomontajes usando mi apariencia física”, añadió, mientras el documental muestra imágenes manipuladas que lo colocaban falsamente en videos de cámaras de seguridad.
Su abogado asegura que presentó pruebas de inocencia
En el mismo episodio aparece el abogado de Gustavo Soto, Josué Elis Armendáriz, quien afirma que debido al acoso mediático y los señalamientos, su cliente decidió presentarse ante la Fiscalía para rendir su declaración como testigo y así demostrar su inocencia.
“El día de los hechos mi representado ni siquiera se encontraba en nuestro país, mucho menos en el estado y menos en el lugar de los hechos”, explicó el abogado, asegurando que El Jaguar se encontraba en Corpus Christi, Texas.
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“La gente buscaba un culpable, y en mí encontraron el perfecto chivo expiatorio”, declaró finalmente Gustavo Soto.
El documental concluye señalando en pantalla que Gustavo Soto, alias ‘El Jaguar’, presentó pruebas que acreditaron su presencia en la ciudad de Corpus Christi, Estados Unidos, la noche en la que ocurrieron los hechos; no existe ninguna imputación penal que lo vincule al caso.