De los 13.4 pesos que cuesta un litro de magna, 5.9 pesos se van al fisco; especialista considera que esta política de precios garantiza un IEPS positivo
Los mexicanos pagan en promedio 40% de impuestos por el precio de cada litro de gasolina.
A detalle, de acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y de la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas), de los 13.4 pesos que destina un usuario por litro de magna, 5.9 pesos (44.3%) se van al gobierno por los conceptos del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) y del Impuesto al Valor Agregado (IVA).
Sobre la premium, de los 14.37 pesos que paga un usuario por un litro, 5.4 pesos (37.6%) son impuestos. Respecto del diesel, de los 13.77 pesos que cuesta un litro en julio, 7.2 pesos (52.3%) se van al fisco.
El investigador en ingresos tributarios del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), Adrián García, explicó que la política de precios establecida para 2016 y 2017 por la SHCP fue diseñada para garantizar un IEPS positivo, puesto que antes de 2015 el gobierno subsidiaba las gasolinas para mantener un precio fijo al público.
El analista del CIEP agregó que los límites inferiores y superiores de los precios de las gasolinas en México podrían cambiarse sólo si existen movimientos abruptos de los precios internacionales de los hidrocarburos.
En las gasolinas, 40% de impuestos
Por cada litro de las gasolinas magna, Premium y del diesel que se consumen en el país, cada usuario paga 44.3%, 37.6% y 52.3%, respectivamente, de su precio total, de acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas).
Así, de los 13.4 pesos que paga un usuario por litro de magna, 5.9386 pesos se van al gobierno federal por concepto del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) y del Impuesto al Valor Agregado (IVA). Para la gasolina Premium, de los 14.37 pesos que paga un usuario por un litro, 5.4020 pesos son destinados a impuestos; y en el caso del diesel, de los 13.77 pesos que vale un litro en julio, 7.2042 pesos se van al fisco.
Cabe recordar que el precio de la gasolina magna tuvo incremento de 1.8% en julio respecto al precio de junio, y el precio de la Premium tuvo un aumento de 2.4%, en tanto que el precio del litro de diesel se mantuvo sin cambios.
Sin embargo, la carga fiscal de julio de los combustibles fue inferior a la que se registró en junio, donde en la gasolina magna fue de 45.3%, la de la Premium fue de 38.2%, y la de la diesel 54.1% de sus respectivos precios.
El investigador en ingresos tributarios del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), Adrián García, explicó a Excélsior que, de acuerdo la fórmula establecida para el precio de las gasolinas en 2016, la carga fiscal puede ser variable.
“Las proporciones de los impuestos cobrados por el gobierno sobre el total del precio de los combustibles no son fijas, van a depender del precio de referencia, y entre más aumenta el precio de referencia en los mercados, baja la carga fiscal, entre menor el precio de referencia el componente del IEPS y del IVA van a representar mayor proporción del precio total”, manifestó García.
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Se mantienen dentro del rango
Pese a los mencionados aumentos para julio, los precios de los combustibles se mantienen todavía dentro del rango establecido por la Secretaría de Hacienda desde finales del año pasado, donde en la gasolina magna su valor está 58 centavos por debajo de los 13.98 pesos que podría costar como máximo este año, la gasolina Premium está 44 centavos debajo del umbral máximo de 14.81, y el diesel se encuentra 86 centavos por debajo del precio máximo de 2016 que es 14.63 pesos.
Adrián García recordó que la política de precios mínimos y máximos establecida para 2016 y 2017 por Hacienda fue deliberada para garantizar un IEPS positivo, puesto que antes de 2014 el gobierno subsidiaba las gasolinas para mantener un precio fijo al público, y en 2015 hubo recaudación debido a que los precios internacionales fueron menores a los establecidos por el gobierno.
“Ahora la fórmula incluye el precio de referencia a partir de cómo está el mercado, de ahí los límites. El componente del IEPS es fijo pero se mueve ligeramente para que los precios no se salgan de esa banda, pero lo que sí está prácticamente garantizando es la recaudación para el gobierno, pues el precio local está basado en la cotización de los precios internacionales”, señaló.
Cambio de banda
El analista del CIEP sostuvo que los límites inferiores y superiores de los precios de las gasolinas podrían cambiarse si existen movimientos abruptos de los precios internacionales.
“Si el precio internacional baja mucho, el IEPS se convierte en amortiguador hacia arriba para que el precio no se salga de la banda mínima y garantizar recaudación. Y si sube demasiado el precio, el IEPS se reduciría para garantizar el precio máximo”.
“Pero si hay cambios abruptos al alza y el precio internacional sobrepasa el límite superior, ahí el gobierno sí podría justificar un cambio de la banda, es decir tendrían que estar encima de las previsiones para establecer una nueva banda, y de esa manera no tener pérdida recaudatoria”.
Fuente: Excelsior