Los cuerpos de 43 víctimas de violencia o abandono social fueron inhumados ayer en la fosa común de Ciudad Juárez, mientras que 200 cuerpos más permanecen en las cámaras de refrigeración del Servicio Médico Forense (Semefo) en espera de ser identificados o reclamados por sus familiares.
Sin flores, rezos ni el adiós de sus seres queridos, cuatro mujeres y 39 hombres quedaron enterrados en dos hileras de fosas cavadas en medio del desierto juarense, en una de las orillas del panteón municipal San Rafael, en donde este año han sido inhumados 99 cuerpos, seis de mujeres y 93 de hombres, informó Héctor Manuel Jácome Hernández, coordinador Servicios Periciales y Ciencias Forenses en la Zona Norte de Chihuahua.

“Hasta ahorita tenemos alrededor de 200 (cuerpos más en Semefo), desgraciadamente la cifra –permanece–, aunque queremos disminuir esto no lo hemos logrado todavía; pero esperamos que este año con acciones que estamos tomando en conjunto con Fiscalía de Zona Norte podamos disminuir la cifra”, dijo el forense.
Entre los cuerpos que fueron trasladados por el personal de una funeraria local hasta el cementerio ubicado a las afueras de la ciudad, 24 eran de personas que fallecieron por causas naturales, diez víctimas de homicidios dolosos, siete que murieron de manera accidental y dos más cuya causa de muerte se calificó como “indeterminada”.
Todas perdieron la vida entre los años 2022 y 2024, como ocurrió con los cadáveres de las 56 personas que fueron enterrados el pasado 21 de marzo, en la primera inhumación en la fosa común de Ciudad Juárez en 2025. Jácome Hernández explicó que antes de la inhumación se obtuvo el perfil genético de los 39 cuerpos masculinos y cuatro femeninos que fueron enterrados de manera individual.
“Por protocolo realizamos un archivo básico, es toda la información forense que me permita a mí en un futuro poder identificar a una persona. Consta de la necropsia con todos los datos que me permitan identificarlo, como tatuajes, señas particulares, cicatrices, información dental, huellas dactilares, la información genética y todo aquello que me permita en un futuro, aunque ya esté inhumado, poderles dar resultados a los familiares”, informó.
Podría haber migrantes
Dijo que es probable que entre los cuerpos enterrados ayer en la fosa común existan personas migrantes provenientes de otros países o entidades del país, pero no se puede determinar hasta que exista una identificación oficial.

Entre los cuerpos también se encontraron víctimas del abandono social; es decir, que sí existe un nombre debido a que perdieron la vida en casas-hogar u hospitales, pero su familia no los reclamó.
“Hay algunas no reclamadas, no es un número tan grande pero sí existe, no podría determinar si es una crisis o algo, pero nosotros en la realidad vemos los ingresos y tenemos personitas –no reclamadas–, principalmente adultos mayores”, dijo el forense.
Fuente: El Diario de Juárez