Francia convocó a la embajadora de Estados Unidos, Jane Hartley, para una reunión este miércoles luego de que se dieran a conocer informes que indican que el gobierno estadounidense presuntamente espió al presidente francés, Francois Hollande, y a dos de sus predecesores.
WikiLeaks publicó lo que dijo eran reportes de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA, por sus siglas en inglés) sobre las comunicaciones secretas de los últimos tres presidentes franceses entre 2006 y 2012.
Francia no tolerará «ninguna acción que ponga en peligro su seguridad y la protección de sus intereses», dijo el Consejo de Defensa del país en un comunicado este miércoles. Pero sugirió que ya era muy consciente de las acusaciones de espionaje.
«Estos hechos inaceptables ya dieron lugar a aclaraciones entre Francia y Estados Unidos» en 2013 y 2014, dijo el Consejo de Defensa. «Las autoridades estadounidenses hicieron compromisos», agregó. «Deben ser estrictamente respetados».
Hollande convocó una reunión del Consejo después de que los reportes sobre la información dada a conocer por WikiLeaks aparecieron en la prensa francesa.
Además el presidente francés y su homólogo de Estados Unidos, Barack Obama, hablarán por teléfono sobre las acusaciones de espionaje este miércoles, informó Claude Bartolone, presidente de la Asamblea Nacional de Francia.
El diario francés Liberation y el portal Mediapart citaron cinco reportes de la NSA publicados por WikiLeaks y presuntamente obtenidos de comunicaciones interceptadas de los expresidentes franceses Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy, así como del actual presidente Francois Hollande. En el caso de este último, el espionaje presuntamente ocurrió durante los primeros años de su presidencia.
Tal como lo describe WikiLeaks, entre las conversaciones espiadas por la NSA están años de discusiones sobre la crisis de deuda de Grecia, incluida la posibilidad de que Grecia dejara la Eurozona.
Así como discusiones sobre el liderazgo de la Unión Europea y conversaciones sobre las relaciones de los gobiernos de Hollande y el de la canciller alemana Angela Merkel; los esfuerzos franceses para determinar la composición del personal ejecutivo de las Naciones Unidas y la participación de Francia en el conflicto en Medio Oriente.
El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, dijo que el pueblo francés «tiene derecho a saber que su gobierno está sujeto a la vigilancia hostil por parte de un supuesto aliado».
Francia es un aliado de larga data de Estados Unidos y, como miembro permanente miembro del Consejo de Seguridad de la ONU y la OTAN, un socio clave en la diplomacia internacional. El presidente estadounidense Barack Obama se refirió a principios de este año a Francia como el «aliado más antiguo de Estados Unidos».
El gobierno de Estados Unidos aún no ha respondido a las denuncias de WikiLeaks.
Pero no son las primeras denuncias de espionaje por parte de Estados Unidos a países aliados.
El periódico francés Le Monde informó en 2013 que la NSA había supervisado llamadas telefónicas hechas en Francia, citando documentos filtrados por el excontratista Edward Snowden a WikiLeaks. Esta vigilancia se llevó a cabo en una «escala masiva», según informa Le Monde.
Noisette Martel, Margot Haddad, David Lindsay, Sara Mazloumsaki y Jennifer Z. Deaton contribuyeron con este reporte.
(Fuente CNN México)