GOBIERNO FEDERAL ASUME CONTROL DEL SISTEMA DE TRAZABILIDAD GANADERA EN CHIAPAS PARA FRENAR TRÁFICO ILEGAL DOMINADO POR EL CARTEL JALISCO
Chiapas, México. — En una acción sin precedentes, el Gobierno Federal ha asumido el control total del sistema de trazabilidad ganadera en Chiapas, luego de detectar una amplia red de corrupción, tráfico ilegal de aretes de identificación y certificaciones sanitarias falsas. Detrás del negocio, que genera millones de pesos anualmente, se encuentra el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), con operaciones en la frontera sur de México, particularmente en el municipio de Benemérito de las Américas.
El titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), Julio Berdegué Sacristán, informó durante la conferencia matutina del pasado 15 de abril que el mercado negro de aretes ganaderos facilitó el ingreso ilegal de reses provenientes de países centroamericanos como Guatemala, Honduras y Nicaragua. La colocación fraudulenta de aretes de trazabilidad permitió “blanquear” ganado de contrabando e integrarlo a la cadena formal de distribución cárnica, incluso con destino a mercados internacionales como Estados Unidos.
“Había una situación muy oscura en Chiapas. Un mercado negro de aretes dominado por el crimen organizado, particularmente en la región fronteriza con Guatemala. El Gobierno ya retomó el control”, declaró Berdegué.
CJNG y las rutas del contrabando
El municipio de Benemérito de las Américas, con menos de 20,000 habitantes, se ha convertido en una puerta de entrada para el ganado centroamericano ilegal. Según estimaciones oficiales, más de 800 mil cabezas de ganado ingresan anualmente sin registro ni control sanitario, generando millonarias ganancias a redes criminales que también usan estas rutas para el trasiego de droga.
Este “lavado de ganado” involucra a asociaciones ganaderas, veterinarios particulares y puntos de acopio que operan como parte de un engranaje donde se venden aretes de identificación del SINIIGA en el mercado negro por hasta 700 pesos, frente a su costo oficial de 40 o 50 pesos. Estos aretes falsos permiten que el ganado ilegal obtenga documentación sanitaria y pueda circular libremente por el país hasta su sacrificio.
Consecuencias sanitarias: El regreso del gusano barrenador
Entre los efectos más graves del contrabando ganadero se encuentra la reaparición del gusano barrenador, una peligrosa plaga erradicada desde hace décadas en México. Berdegué reveló que veterinarios privados fueron cancelados tras certificar como sano ganado que resultó infectado.
“A los médicos que certificaron animales contaminados se les canceló su facultad de colaborar con el sector público. Ya no trabajan para nosotros”, precisó el funcionario.
La presidenta Claudia Sheinbaum respaldó estas acciones y subrayó que la certificación sanitaria del ganado “es facultad exclusiva del Estado mexicano”, una responsabilidad que se había delegado a asociaciones privadas durante el periodo neoliberal y que ahora será retomada con firmeza.
Medicamentos falsificados y alerta sanitaria
Paralelamente, la SADER emitió una alerta nacional por la circulación de medicamentos veterinarios falsificados, entre ellos Fluatac Duo, Ubricina Plus 6 Millones y Vigantol ADE Fuerte, utilizados para el tratamiento de garrapatas y parásitos. Se exhortó a los ganaderos y distribuidores a reportar cualquier anomalía o reacción adversa ante Senasica.
Sistema vulnerable y con baja supervisión
Una investigación conjunta entre autoridades, periodistas y organizaciones civiles reveló que el sistema SINIIGA presenta serias deficiencias. En estados como Chiapas, Veracruz y Tabasco, los aretes y certificados son falsificados con frecuencia. La trazabilidad del ganado es fácilmente manipulable por productores corruptos y transportistas que reportan cantidades infladas o usan identidades robadas para obtener registros oficiales.
Pese a múltiples denuncias, ni la Guardia Nacional ni el Ejército consideran que el tráfico de ganado sea de su competencia directa, mientras que las fiscalías estatales y la Fiscalía General de la República no han procesado denuncias relacionadas con este delito, que también representa un problema fiscal y sanitario a gran escala.
Una cadena de suministro global en riesgo
El tráfico de ganado no solo afecta a México. Las reses de contrabando ingresan a rastros nacionales y sus subproductos cárnicos terminan en los mercados de exportación, incluidos los estantes de supermercados en Estados Unidos, sin garantías sobre su origen o sanidad.
“La ironía es que todo entra legalmente. No hay ningún argumento legal para rechazar el ganado si en los papeles todo está en regla”, admitió un funcionario del sur del país.
La situación revela la urgencia de una reforma estructural en el sistema ganadero nacional, con mayor supervisión, fiscalización y control fronterizo, ante una realidad que combina corrupción institucional, crimen organizado y graves riesgos sanitarios.
CON INFORMACIÓN DE: DIARIO CAMBIO 22