CIUDAD DE MÉXICO. La plaga del Gusano Barrenador (GBG) ha provocado pérdidas económicas que superan los 700 millones de dólares en el sector pecuario mexicano, debido al cierre de la frontera norte de México y la consecuente interrupción de exportaciones de ganado.
De acuerdo con la Conferencia Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG), presidida por Homero García de la Llata, se han dejado de exportar un millón 200 mil cabezas de ganado a más de un año de detectarse el primer caso de GBG.
💰 Impacto Económico y Ganado Varado
A la pérdida en exportaciones se suma un impacto acumulado de 3 mil millones de pesos para los ganaderos del sur, debido a los altos costos de logística y tratamiento para prevenir y controlar la plaga.
Actualmente, el presidente de la CNOG detalló que al menos 425 mil cabezas de ganado se encuentran varadas en los estados de Tamaulipas, Sonora, Chihuahua, Durango y Coahuila.
⚠️ Alerta por Incumplimiento de Protocolos
A pesar de que el sector ganadero ha movilizado más de 2.2 millones de cabezas del sur al centro-norte bajo protocolos sanitarios, García de la Llata advirtió que algunos comercializadores han intentado «burlar» las restricciones, lo que ha generado la detección de casos fuera de la zona de riesgo como Querétaro, Puebla, Morelos, Nuevo León y Jalisco.
«Es un llamado a estas gentes que de mala fe están actuando por ganarse unos cuantos pesos,» subrayó, alertando que estas acciones ponen en riesgo la erradicación del GBG en todo el país.
El Gusano Barrenador ha documentado más de 11 mil casos, con mayor concentración en los estados del sureste, incluyendo Chiapas, Oaxaca, sur de Veracruz, Yucatán, Tabasco, Campeche y Quintana Roo.
🇺🇸 Piden a EE. UU. Reabrir la Frontera
García de la Llata reiteró que se mantiene el diálogo con autoridades estadounidenses para acelerar la reapertura de la frontera. Enfatizó que los estados exportadores del norte cumplen con todas las medidas de bioseguridad y que es urgente regionalizar la decisión de cierre, ya que la plaga no está presente en las zonas fronterizas.
«Estamos técnicamente listos para exportar; lo que falta es voluntad del gobierno de Estados Unidos para reconocer el estatus sanitario de los estados libres,» concluyó.



















