INTERNACIONAL. En el marco del «Noviembre Azul», especialistas en Nutrición Oncológica y Endocrinología resaltan la profunda influencia de la dieta en el riesgo de desarrollar cáncer de próstata, el tumor más común entre los varones. Aunque ningún alimento por sí solo previene la enfermedad, los expertos coinciden en que la obesidad es el principal factor de riesgo nutricional.
Se estima que cerca del 30% de los casos de cáncer a nivel global están relacionados con la alimentación.
Obesidad: El Principal Riesgo Nutricional
El médico Pablo Fernández, del Hospital Universitario Doctor Peset, subraya que la evidencia científica es clara: las personas con obesidad tienen una mayor incidencia de cáncer de próstata y una peor evolución de la enfermedad.
“El principal factor nutricional es la obesidad, pues genera inflamación crónica, y también se ha propuesto que el aumento de insulina pueda hacer que prolifere más”, apunta Fernández.
El Patrón Alimentario Recomendado
Liliana Cabo, doctora en Nutrición Oncológica, explica que el patrón alimentario más recomendado para la prevención y la progresión lenta tras el diagnóstico es aquel basado en plantas, especialmente la dieta mediterránea.
Esta dieta se asocia con un menor riesgo debido a su riqueza en:
Compuestos bioactivos y antioxidantes.
Fibra.
Aporte moderado de proteínas animales y grasas saludables.
Para la Hipertrofia Benigna de Próstata, se recomiendan alimentos ricos en antioxidantes, como el tomate cocinado (fuente de licopenos), cítricos, verduras crucíferas, pescado azul y aceite de oliva virgen extra.
Precaución con los Lácteos y la Fertilidad
Respecto a la controversia sobre los lácteos, el Dr. Fernández advierte que, si bien algunas publicaciones asocian su alto consumo con la incidencia de cáncer de próstata, «que se haya asociado no significa que sea una causa». Advierte que evitar los lácteos sin evidencia sólida podría aumentar el riesgo de osteoporosis. En general, se recomienda moderar el consumo de grasas animales y carnes rojas, sobre todo procesadas.
Finalmente, la alimentación también impacta la fertilidad masculina. Las dietas ricas en frutas, verduras, legumbres, frutos secos y pescado azul mejoran la calidad espermática debido a su contenido de antioxidantes (Vitamina C, Zinc, Selenio). Por el contrario, el alto consumo de alcohol, ultraprocesados y grasas trans puede reducir la calidad y el número de espermatozoides.

















