Que este coronavirus, conocido también como Covid-19, sea un nuevo enemigo al que nadie antes se había enfrentado hace que muchas de las afirmaciones que circulan acerca de él haya que ponerlas tan en cuarentena como a los contagiados. Se desconoce cuál es su comportamiento, el ser humano no ha generado defensas naturales frente a él y no hay vacuna. Y en medio de toda esta incertidumbre que rodea al virus surgido de Wuhan hay una incógnita que tiene que ver con qué ocurrirá cuando llegue la primavera y las temperaturas aumenten. ¿Acabará el buen tiempo con el coronovirus?
En El Confidencial recuerdan que hace ya unas semanas que Donald Trump aseguró que “mucha gente piensa que se va a ir en abril con el calor”. Viniendo del presidente de Estados Unidos y teniendo en cuenta sus antecedentes en otros campos, no es de extrañar que dicha afirmación genere más escepticismo que otra cosa. De ahí que lo mejor sea escuchar a los expertos en la materia. El citado periódico ha recogido la opinión de varios y no existe consenso sobre lo que puede pasar. Que este coronavirus sea nuevo hace que vaticinar cómo se comportará sea complicado. Aunque existen antecedentes similares en los que basarse.
Así, si se compara con la gripe común -como se está haciendo para ponerlo en perspectiva en otros aspectos como síntomas y tasa de mortalidad- todo haría pensar que debería remitir con la subida de las temperaturas. En declaraciones realizadas a Teknautas y recogidas por El Confidencial, Jesús Rodríguez Baño, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla y presidente de la Sociedad Europea de Microbiología e Infecciosas, ha explicado que “con este virus no hay datos, existe algún estudio in vitro que sugiere que ante altas temperaturas se inactiva en parte, pero ese no es el único factor que importa”.
El Covid-19 no es el único en circulación. Existen otras variantes ya conocidas que con el tiempo se han convertido en “estacionales”. El problema en este sentido es que el comportamiento de esta nueva especia es asimilado por muchos científicos más al SARS de 2002 -ahora al coronavirus se le denomina SARS-CoV-2- y, explica Rodríguez, “el SARS no tuvo un claro comportamiento estacional”.
En el ejemplo del SARS, desde El Confidencial recuerdan que sí es cierto que a medida que pasaron los meses y subieron las temperaturas este fue remitiendo y se fue controlando la propagación, pero que más que al calor esa mejora en la situación se debió a los controles y las medidas tomadas. Algo que puede ocurrir también en el caso del coronavirus.
En un artículo publicado por Harvard School of Public Health y firmado por Marc Lipsitch, este profesor de epidemiología explica que los virus que ya llevan tiempo entre la población “se comportan de manera diferente” a los “que se introducen recientemente en la población” ya que los segundos sacan provecho al hecho de que el organismo no ha podido inmunizarse ante ellos.
A la pregunta de si el coronavirus desaparecerá en primavera, Rodríguez Bañ, responde que “nos vendría bien que fuera así y es posible que ocurra, pero no es seguro. No es una cuestión de alcanzar una temperatura concreta, sino más bien de alcanzar un número de días en los que el clima vaya cambiando y de la humedad”.
Raúl Rivas, investigador del Grupo de Interacciones Microbianas de la Universidad de Salamanca, añade, consultado por El Confidencial, que en base a la experiencia con otros virus “la subida de temperatura incidiría en la tasa de contagios porque afecta a la permanencia del virus sobre superficies o en el ambiente en general”.
Pero, por ahora, todo son especulaciones surgidas a raíz de compararlo con otros.
FUENTE: Yahoo!
