TULUM.– Frente a una de las temporadas más intensas de arribo de sargazo en la franja costera del Caribe mexicano, ciudadanos y trabajadores del sector turístico en Tulum han lanzado un llamado urgente a la población para sumarse a las jornadas voluntarias de limpieza de playas, con el objetivo de reducir el impacto ambiental, económico y visual que esta alga provoca.
Las actividades se realizan todos los días de 07:00 a 09:00 de la mañana en distintos puntos del litoral, principalmente en las zonas más afectadas como las playas Pescadores y Santa Fe.
La participación es completamente voluntaria y abierta a cualquier persona que desee colaborar, sin necesidad de acudir diariamente.
“Mientras más manos se sumen, mayor será el impacto”, enfatizaron los organizadores, quienes han impulsado esta iniciativa a través de redes sociales.
Algunas tiendas locales han comenzado a apoyar con equipo básico para la recolección, y el hotel Zamas se ha sumado proporcionando herramientas y desayuno a quienes participan en la jornada.
La respuesta de la comunidad ha sido creciente, aunque los convocantes insisten en que se necesita una mayor movilización colectiva para contener la magnitud del problema.
De acuerdo con la Red de Monitoreo del Sargazo en Quintana Roo, Tulum presenta actualmente niveles de recale excesivo, con acumulaciones diarias que rebasan la capacidad operativa de las brigadas municipales.
En mayo, las autoridades locales reportaron la recolección de 513 toneladas de sargazo, una cifra que da cuenta de la magnitud del desafío.
La Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat) continúa trabajando en la recolección y traslado del alga hacia centros de acopio temporales, pero ha reconocido que la labor requiere más apoyo.
“No nos damos abasto. Este es un esfuerzo en el que todos debemos participar: gobierno, iniciativa privada y sociedad civil”, señalaron integrantes del organismo.
El arribo masivo de sargazo afecta directamente al ecosistema marino, disminuye la calidad visual de las playas y golpea la economía de un destino que depende en gran medida del turismo.
Por ello, tanto empresarios hoteleros como residentes coinciden en que la solución no puede depender únicamente de las autoridades.
La limpieza de playas se ha convertido en un acto de corresponsabilidad.
Más allá de lo estético, representa una defensa del entorno natural y del sustento económico de miles de familias que dependen de un Tulum limpio y atractivo para los visitantes.