Redacción Macronews por: Mateo Cervera.- La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha revelado que, desde el 2019, la República Mexicana se ha encontrada en el primer puesto a nivel mundial de casos de pederastia. De esto se detectó que solamente el 1% de los abusadores de cada 1000 sufren una condena apropiada.
La voz de la situación se ha hecho publica en declaraciones de la OCDE y de la senadora Josefina Vázquez Mota, quien ha señalado la estimación de 5,5 millones de menores de edad sufriendo de esta barbarie de abusos sexuales al año. La cifra se vió en aumento durante la pandemia del COVID-19, cuando se registraron 115 mil llamadas de denuncia a este delito.
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Igualmente, se explica que el 74% de crímenes de esta índole es producto de un familiar o ser cercano a la víctima,teniendo repercusiones en uno de cada seis niños y una de cada cuatro niñas menores a los 18 años de edad, y por lo mismo, dificultando la denuncia si se trata de una figura de autoridad como son los padres y madres.
El mismo crimen, diferentes métodos
Además de que en el país, el «turismo sexual» a niños y adolescentes ha aumentado exponencialmente. y abarca el uso y creación de pornografia infantil; que sin quedarse atrás con el aumento en cantidad de los abusos, en 2021 se vió aumentada el contenido y consumo de este perverso material, duplicando ese mercado. Los números se ven entendidos cuando en otra estimación se ha deducido que anualmente se secuestran a veintiún mil niños con fines de explotación sexual. Convirtiendo a México en una región altamente peligrosa para los infantes.
Soluciones inmediatas
Por supuesto que la facilitación de administrar y sancionar a los abusadores generará un bien mayor, incluso si el daño esta hecho, podrá impedirse su longevidad.
Otra de las posibles y esperadas soluciones se ha propuesto por la senadora Josefina, quien ha afirmado una necesidad en la Ley de Asistencia Social, con el fin de facilitar el pedido de ayuda a los niños y adolescentes cuando sean violentados sexualmente. Esta decisión sin duda puede ayudar enormemente, siendo que, ya sea por una sensación de peligro, miedo o humillación y el indiscutible daño psicológico causado, la mayoría de personas abusadas sexualmente no lo comentan hasta mucho tiempo después.