En pleno traslado en ambulancia, casi inconsciente por presentar una saturación de oxígeno de 86 por ciento, el médico urgenciólogo Rogelio “R”, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), escuchó a lo lejos la voz de su hijo.
Sólo quería acercarse a su padre y, en su desesperación, gritó y logró que el médico, que presentaba insuficiencia respiratoria severa, recobrara el conocimiento. Su vida estaba en peligro tras su contagio de covid-19, pero determinó volver a casa para calmar a su hijo.
Rogelio sufrió de dolor de cabeza intenso y se agravó el cuadro clínico con problemas intestinales, dolor abdominal, de enteritis y vómito. En un primer momento, lo ingresaron al Hospital General de Zona (HGZ) 23 en situación crítica, con saturación al 86 por ciento y, al no presentar mejoría, los especialistas tomaron la decisión de enviarlo al Hospital General de Zona (HGZ) número 20, La Margarita, en Puebla. Allí estuvo intubado 12 días.
“Después de 12 días regresé a este mundo”, señaló el doctor Rogelio, quien para su recuperación recibió transfusión de plasma convaleciente, y reconoció que gracias al trabajo del personal de todas las áreas del Instituto fue posible sobrevivir al covid-19.
Durante su estancia en el Hospital de La Margarita perdió más de 14 kilos, regresó a su natal Teziutlán para continuar su convalecencia y el 3 de enero de 2021 regresó a laborar al HGZ. 23.
“Lo único que quería en esos momentos tan críticos es que no tuviera dolor, pudiera comer, ir al baño y que no tuviera fiebre, con eso era una riqueza”, expresó.
Rogelio “R”, de 52 años, se infectó de covid -19 en el municipio de Teziutlán, Puebla, en la fase más crítica de la pandemia, a finales de septiembre de 2020.
Durante una de sus jornadas de trabajo, Rogelio intubó a una persona que llegó con dolor precordial, a través de una placa de Rayos X se percató que había una diseminación pulmonar seria y al realizarle la prueba rápida, el paciente salió positivo a covid-19.
A los pocos días, el médico urgenciólogo comenzó con los primeros síntomas: fiebre, pérdida del gusto y olfato, por lo que acudió a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) 22 en Teziutlán, donde corroboró el diagnóstico y se resguardó en su domicilio con el tratamiento previo. Incluso, a veces sentía que se desmayaría por los dolores que provoca la enfermedad.
En su casa comenzó a desaturar a 90 por ciento, el dolor de cabeza incrementó, se agravaron los problemas intestinales, dolor abdominal, cuadros de enteritis y vómito. Su caso se agravó y tuvo que ser intubado.
Tras su proceso de recuperación, el especialista se reincorporó a su labor médica para salvar vidas en la pandemia. Con base en su experiencia, el médico urgenciólogo hizo un llamado a la población a cuidarse y extremar medidas.
La jefa de Terapia Intensiva del Hospital de La Margarita, Rosa Elena Zamudio, comentó que Rogelio “R” ingresó por un cuadro de insuficiencia respiratoria severa que ameritó ventilación invasiva y, por algunos días, lo colocaron boca abajo para regular sus niveles de oxígeno.
“Fue un caso complicado, pero el equipo multidisciplinario del hospital ha puesto todo su conocimiento en los pacientes para poder salvarles la vida”, señaló Elena Zamudio.
FUENTE: Milenio