Este lunes 8 de septiembre millones de niños, niñas y adolescentes en México tienen una jornada de actividades enfocadas en identificar y prevenir el abuso sexual y el maltrato infantil.
Este ciclo de actividades está citado en el calendario oficial 2025-2026 de la SEP (Secretaría de Educación Pública) y es la primera jornada de este tipo que se lleva a cabo en México.
La histórica acción deriva de una medida de reparación por el caso de abusos sexuales múltiples perpetrados por servidores públicos en 2018 en el Jardín de Niños “Marcelino de Champagnat”, ubicado en la Ciudad de México.
Dicho caso resultó en sanciones contra la SEP, que –además de la jornada en escuelas–incluyeron una disculpa pública y el pago de una multa.
Esta jornada es fundamental en un país en donde cerca del 40% de los delitos sexuales identificados son cometidos contra niños, niñas y adolescentes, a Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas. Esto sin considerar la cifra negra, debido a que la mayoría de las agresiones contra infancias no son detectadas ni denunciadas.
¿De qué va la jornada de prevención?
De acuerdo con el informe Jornada de concientización sobre la gravedad del abuso sexual y el maltrato infantil, las actividades organizadas para los menores incluyen:
- Reuniones informativas con madres, padres de familia y otras personas cuidadoras, en donde se buscará informar sobre la violencia sexual, el maltrato, cómo actuar ante estas situaciones, cómo reconocer señales y cómo proteger a los menores de estas situaciones
- Elaboración del mural “Manos que cuidan, voces que escuchan” con frases preventivas
- Lectura de cuentos o narraciones a familias y personas cuidadoras sobre violencia sexual y maltrato a niñas, niños y adolescentes
- Elaboración y exposición de carteles y dibujos de los estudiantes con el lema “Mi cuerpo, mi derecho”
- Exposición de dramatizaciones escolares y videos educativos alrededor de la violencia infantil
- Lectura de historietas y microcuentos para identificar y prevenir
- Elaboración y socialización del “Mapa escolar de ayuda”: ¿con quién hablar?, ¿cómo pedir ayuda?, ¿qué hacer ante un caso?
- Instalación simbólica del “Buzón de las voces valientes”: espacio seguro para expresar emociones, preocupaciones o reportes
- Presentaciones artísticas, lectura de manifiestos, intervención musical o poética de niñas, niños y adolescentes
- Entrega simbólica de mensajes: cartas o dibujos de niñas, niños y adolescentes con propuestas de autocuidado
¿Por qué importa?
El derecho de los menores a una vida digna y libre de violencia está protegido no sólo por la Constitución en México, también por el derecho internacional. Pese a ello, una gran parte de las infancias enfrenta violencia dentro de sus hogares y en las aulas de clase.
De acuerdo con la Unicef, las políticas públicas enfocadas en las infancias son fundamentales para corregir la persistencia y normalización de los abusos y el maltrato infantil en el país.
Por ello, la jornada de prevención representa un esfuerzo histórico para que los niños, niñas y adolescentes y sus círculos cercanos tengan información adecuada y oportuna sobre estos tipos de violencia.
Diversas investigaciones muestran que los programas escolares dedicados a la prevención del abuso sexual infantil empoderan a los menores. Estos modelos enseñan a los estudiantes a identificar comportamientos inapropiados, abusivos o violento, así como a establecer límites personales y a buscar ayuda.
Además, las actividades escolares de prevención refuerzan la afirmación de que el abuso nunca es culpa de la víctima, validando su derecho a decir “no” cuando se sienten inseguros o en peligro.
Implementar jornadas temáticas sobre estos temas también fortalece esos pilares de manera colectiva, creando ambientes escolares donde los niños se sienten protegidos y con autonomía para actuar.
De acuerdo con informes y estudios realizados por la Unicef y especialistas en derechos de las infancias, las jornadas informativas en escuelas con actividades como teatro, talleres, historietas y actividades participativas también facilitan la detección temprana de casos y la contención emocional de las víctimas.