Donato García tenía 9 años cuando entró a la primaria. Sus padres, de origen mixteco, le advirtieron que podía ser castigado si hablaba su lengua materna en la escuela pública, a pesar de que los maestros también eran miembros de la comunidad indígena de Santa Inés de Zaragoza (Oaxaca). Durante un buen tiempo, el chico se cuidó de solo hablar español frente a sus compañeros y profesores.
Fue muchos años después, y lejos de su casa, cuando García comprendió la importancia de preservar su herencia cultural. Comenzó a investigar de manera autodidacta acerca de su lengua y más tarde publicó el libro ‘Vamos a aprender mixteco’ (CDI, 2013), gracias a la invitación del antropólogo y profesor de la UNAM, Fernando Nava López.
Ese proyecto se complementa ahora con el lanzamiento de una aplicación homónima para teléfonos, realizada entre el Laboratorio de Ciudadanía Digital del Centro Cultural de España en México y este nativo-hablante del mixteco o Ñuu Davi. La herramienta para sistemas iOS y Android, que estará disponible desde el próximo 21 de mayo, combina la escritura con ilustraciones y audios para aprender expresiones y conocer más sobre la cultura mixteca.
“Me inspiré en mi comunidad, porque ya muy poca gente habla el Ñuu Davi y menos lo escribe”, cuenta García, de 66 años. En Santa Inés de Zaragoza, al noroeste de Oaxaca, se practica apenas una de las 81 variantes que existen de esta lengua tonal de la familia lingüística oto-mangue.
Según cifras del censo de 2010 del INEGI, el mixteco es la tercera lengua indígena más hablada de México (con más de 470 mil hablantes), después del náhuatl y el maya. Sin embargo, García considera que hay que tener cuidado con esas estadísticas pues, por un lado, “las preguntas de los censos no son muy específicas”, y por el otro, no es raro que haya quien niegue su lengua materna: “La gente se ha creado un complejo de inferioridad debido a que mucho tiempo se nos dijo que las nuestras no eran lenguas, sino dialectos”, asegura Donato.
Él mismo sufrió una fuerte discriminación cuando llegó a vivir a la Ciudad de México, donde hizo la secundaria, la preparatoria y dos años de Ciencias Biológicas en el Politécnico. “Fui muy discriminado; estaba muy mal emocionalmente”, recuerda. “Hasta que me referí a mis maestros y ellos me orientaron: me dijeron que tenía que leer, leer y después seguir leyendo. Así empecé a documentarme y dije ‘ahora voy yo, pero ya informado’”.
Nunca pensó hacer un libro y mucho menos una aplicación, confiesa García. Pero una vez que comenzó a trabajar con distintas organizaciones de apoyo a las comunidades indígenas, se le ocurrió dar talleres de mixteco con sus familiares y paisanos para enseñar lo que había aprendido en su investigación. Tiempo después conoció a Nava López y se editó el libro con el apoyo de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas.
La aplicación fue realizada recientemente por el grupo Manuvo gracias al impuslo del Laboratorio de Ciudadanía Digital, y se presentará el próximo jueves en el marco del Día Mundial de la Diversidad para el Diálogo y el Desarrollo.
A pesar de que Donato entiende la importancia de una herramienta de este tipo para la difusión del Ñuu Davi, también lamenta que en Santa Inés no exista la infraestructura para utilizarla. “Hay celulares muy básicos, pero no inteligentes, y muchas veces ni siquiera hay señal”. Peor aún, dice, es que no exista un maestro que enseñe a hablar la lengua y a escribirla. «Así será muy difícil que la lengua siga viva en mi comunidad”.
( FUENTE MIELNIO)