Redacción Macronews.- En un posicionamiento firme desde Palacio Nacional, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, descartó categóricamente cualquier posibilidad de que el Ejército de Estados Unidos intervenga en territorio nacional, incluso si el expresidente Donald Trump retoma el poder y reitera esta propuesta como parte de su agenda contra el narcotráfico. “Eso no está sobre la mesa ni está a discusión”, sentenció la mandataria, al referirse a una llamada previa en la que Trump planteó el ingreso de tropas estadounidenses para combatir a los cárteles. “Le dije que no. Y él no entendió”, agregó.
La declaración se da en el contexto de la próxima firma del nuevo Acuerdo de Seguridad entre México y Estados Unidos, el cual, según Sheinbaum, ya está listo y se sustenta en cuatro principios fundamentales: respeto a la soberanía, respeto a la territorialidad, confianza mutua y colaboración sin subordinación. La presidenta subrayó que cualquier cooperación debe darse bajo esquemas de coordinación e intercambio de información, pero sin comprometer la autonomía del Estado mexicano.
“Hay formas de colaborar, de coordinarnos. Información que pueden proporcionarnos y nosotros a ellos, pero todo bajo un esquema de respeto y sin subordinación”, explicó Sheinbaum, al tiempo que rechazó las versiones publicadas por The Wall Street Journal, que sugieren que el crimen organizado complica los avances en materia de seguridad bilateral. “No sé de dónde sacan sus fuentes, pero no están bien”, respondió.
La mandataria también reiteró que México no aceptará presiones externas ni condicionamientos en la negociación del acuerdo. “Somos un país soberano; nosotros tomamos las decisiones”, afirmó, en respuesta a cuestionamientos sobre si los recientes hechos violentos, como el asesinato del delegado de la FGR en Tamaulipas, podrían generar presiones diplomáticas.
El rechazo a la intervención militar extranjera forma parte de la estrategia de Sheinbaum para posicionarse como una líder firme, nacionalista y defensora de la soberanía. Su postura envía un mensaje claro a Washington: cualquier colaboración deberá respetar los principios constitucionales de México y no implicar injerencias que vulneren su integridad territorial.
La presidenta confió en que el acuerdo de seguridad se firme en los próximos días, y reiteró que su gobierno trabaja todos los días en el fortalecimiento de la seguridad nacional, con despliegues operativos, inteligencia compartida y coordinación institucional.