Garantizar la independencia con respecto a quienes los postularon y construir su legitimidad social y judicial son dos de los principales desafíos de los nueve ministros de la nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), sostiene la directora de la Facultad de Derecho de la UNAM, Sonia Venegas Álvarez.
Otra cosa muy importante que —y es aquí donde se vincula al tema de la independencia— es que no vayan a crear la imagen de que se trata de una entidad más del gobierno o de una Secretaría de Estado. Me parece que eso es un gran reto que tiene esta nueva Corte que ojalá que lo logre. Sería fundamental”.
— ¿Cuál es el principal desafío de la próxima Corte? La académica responde:
— “Seguir siendo independiente y seguir siendo imparcial, independiente de quienes le hayan postulado”.
En entrevista, define que siendo uno de los tres poderes y columna vertebral de nuestro sistema constitucional, el Poder Judicial sólo puede funcionar adecuadamente si opera con independencia.
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Lo destacamos como (el desafío) número uno porque es la primera vez que tenemos un poder judicial en un contexto de origen, vamos a llamarlo político-electoral.
LEGITIMIDAD SOCIAL Y JURÍDICA
Desde luego, no descarto que en esta imparcialidad los más vulnerables requieren un apoyo significativo precisamente para que estén en un plano de igualdad”.
Sin embargo, enfatiza, eso no debe afectar la independencia en el momento de resolver, es decir, “que no se obedezca el mandato de un interés, económico o político”. Y que las resoluciones no vayan en contra de la Constitución, tratados internacionales u ordenamientos.
De la mano de la independencia judicial, hay otro tema muy importante, la legitimidad”.
Considera que el 13 % de la votación que validó la elección judicial representa un bajo porcentaje y recuerda la impugnación por los llamados acordeones.
Frente a esos hechos, la destacada académica señala que “la nueva Corte tiene que construir esa legitimidad”. Precisa que, además de ser cercana a la gente, una de las aspiraciones de la reforma judicial, también debe alcanzar la legitimidad jurídica.
DERECHOS HUMANOS Y REZAGO
Recuerda la directora que cuatro de los nuevos integrantes se formaron en esta Facultad de Derecho: los ministros Arístides Guerrero, Sara Irene Herrerías, María Estela Ríos González e Irving Espinosa Betanzo.
En cuanto al legado de la Corte saliente, la doctora en Derechos Fiscal plantea: “Se cierra una época de la jurisprudencia, pero cerrarla no significa olvidarla”.
Critica que la Corte saliente no hubiera difundido suficientemente sus resoluciones y sentencias, aun cuando le dio contenido en éstas a varios de los derechos humanos a partir de la reforma constitucional de 2011: en la protección para grupos vulnerables, diversidad sexual, en temas de salud, educación, infancia, libertad de expresión.
Ojalá sobreviva una doctrina jurisprudencial”, afirma y cuenta que en la UNAM ésta representa “una fuente del derecho que se analiza de manera transversal, en todas nuestras materias”
Y ante la pregunta del valor que deberá seguir teniendo la llamada convencionalidad, comenta: “Estoy segura de que los nuevos integrantes de la Corte estarán de acuerdo en esta vigencia y que debemos usar todos los instrumentos jurídicos con los que se cuenta, vinculándose con Cortes específicas en materia de derechos humanos, verbigracia Corte Interamericana de Derechos Humanos. Sería fundamental”.
Señala como otro desafío la capacidad de desahogar el rezago de la SCJN desde su nueva estructura, en la que desaparecen las dos Salas especializadas que había, por lo que todo se resolverá en el pleno.
Para Venegas Álvarez será un reto del ministro presidente lograr ahí los consensos para resolver rápido y cumplir con la nueva ley que establece hacerlo en 6 meses, ya que de lo contrario habrá consecuencias en temas de disciplina.
Y si no hay consenso, lejos de agilizar, puede generarse más rezago”, alerta.
Sobre este problema que, enfatiza, ha sido histórico, se refiere al desafío que tendrá la Corte de contar con un presupuesto suficiente, en el contexto de una política de austeridad.
ADMINISTRACIÓN Y ACIERTOS
Integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), Sonia Venegas subraya la importancia de que el nuevo Órgano de Administración Judicial no recaiga en la presidencia de la Corte.
Académica también de las facultades de Contaduría y Administración y de Estudios Superiores Acatlán, califica así este cambio:
Me parece que es un acierto que ahora el presidente o la presidenta de ese órgano no sea el titular o la titular de la Corte”.
Recuerda que se sacaron funciones de la Oficialía Mayor de la Corte como llevar la nómina y el manejo presupuestario, así como la designación de las adscripciones de magistrados y jueces federales.
De ese cambio, la directora critica el hecho de la duración de solo dos años de la presidencia en ese órgano, un lapso que considera mínimo para sus funciones y que, desde su opinión, debería ser mayor y compaginarse con el periodo sexenal.
A la pregunta de errores de la Corte que concluye y que la futura debería evitar, enfatiza que se requiere “darle difusión al trabajo que se hace en favor de la ciudadanía” y “una transparencia proactiva” para evitar el rezago en todo el andamiaje de la administración de justicia, creando confianza en los medios alternativos de resolución de controversias.
Y aunque aclara que hay que darle oportunidad para que empiece a trabajar, prevé que entre los ciudadanos y dentro del ámbito jurídico habrá un escrutinio permanente y cotidiano en grupos de estudio y análisis.
Este primer año seguramente va a ser decisivo”, afirma.
— ¿Tendrán los ministros un dilema entre la lealtad y la independencia?, le preguntamos.
— “Yo espero que no. Porque, estoy convencida de ello, en el momento que se toma protesta, la presidenta y los presidentes lo hacen de la misma manera, no respondo solo a mi elector, sino que tengo qué ver por el bien común de todo México.
Es un tema ahí delicado que ellos tengan la fortaleza, la formación de marcar ese límite y, a partir de ahí, saber que toman una investidura y que tiene que legitimarse y ser independiente como órgano jurisdiccional”.