La tragedia en la primaria de Uvalde, Texas, dónde más de una docena de niños fueron asesinados durante un tiroteo masivo, ha generado un fuerte debate sobre la salud mental de la población, el cada vez más necesario control de armas para el país y por si fuera poco, la necesidad de capacitar de mejor manera a la policía para que así logren actuar de manera más eficiente en caso de que otro lamentable suceso de este tipo se diera.
La fuerte controversia sobre la inoperancia por parte de la policía a la hora de contener al tirador masivo ha revivido con mucha fuerza.
El periódico texano “The Austin Amercan-Statesman”, publicó este martes unos videos pertenecientes a las cámaras de vigilancia de la Escuela Primaria Robb en Uvalde, Texas, donde se pueden apreciar a los elementos de la policía replegándose y actuando de manera ineficaz, mientras la masacre se perpetuada en las aulas educativas del colegio está sucediendo.
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Las imágenes publicadas muestran a Salvador Ramos de 18 años, quien fue identificado como el autor material de la masacre, caminando tranquilamente por los pasillos de las instalaciones mientras cargaba el rifle semiautomático, después se escuchan disparos cuando el tirador entra en un salón de clases.
Pero lo que sin duda alguna ha generado más controversia y llamado más la atención fue el actuar de los elementos de seguridad desplegados en el lugar de los hechos para contener la matanza.
Los oficiales de los tres niveles de gobierno se encontraban fuertemente armados y con utensilios militares de seguridad como chalecos antibalas, cascos y escudos.
Sin embargo, a pesar de lo anterior, se aprecia el momento que los elementos se retiran corriendo ante los primeros disparos que se dirigen en su contra.
Después de ello pueden ser vistos caminando, hablando, haciendo llamadas, entre otras actividades. Pero ninguno interviene en la situación desesperada que se vivía. Se reporta que se dejaron de emitir disparos 45 minutos después de que la policía ingresó en las instalaciones.
Los oficiales llegaron al salón donde se encontraba el tirador y lo mataron. El problema es que habían transcurrido una hora y 14 minutos desde el arribo de las fuerzas de seguridad, entonces, Salvador Ramos ya había matado a 12 niños, dos maestras y herido a 17 personas.
Un comité legislativo investiga el tiroteo y planea exponer la grabación en su totalidad, de más de una hora, a los familiares de las víctimas y finalmente al público.
“Nos reuniremos primero con miembros de la comunidad y les daremos una oportunidad de ver el vídeo del pasillo y discutir nuestro reporte preliminar. Poco después daremos a conocer ambas cosas al público”, dijo Dustin Burrows, presidente del comité investigador.
FUENTE: QUINTA FUERZA
