«El G20 es un espacio que representa el 85% del Producto Interno Bruto mundial, el 80% de la inversión y el 75% del comercio global», explicó el Dr. De la Fuente. Con estos datos, el canciller destacó la relevancia de la cumbre y subrayó el papel de este foro en la economía global. «Es una plataforma clave para abordar temas urgentes y fortalecer la colaboración entre países en un contexto de crisis y desafíos globales», añadió.
La cumbre del G20, integrada por 19 países y la Unión Europea, también incluirá por segundo año a la Unión Africana, convirtiéndose así en un grupo con 21 miembros formales. Entre sus participantes se encuentran algunas de las economías más grandes del mundo, como Estados Unidos, China y la Unión Europea, además de economías emergentes como México, Brasil e India. Este año, Brasil ha invitado a otros diez países, entre ellos Bolivia, Chile y Uruguay, lo que llevará el número de jefes de Estado en la reunión a treinta.
El contexto y los objetivos del G20
La creación del G20 responde a la necesidad de enfrentar crisis financieras globales, como las que afectaron a Asia en los años noventa. Desde entonces, su objetivo ha sido consolidar una plataforma de diálogo y cooperación entre economías desarrolladas y emergentes. Este año, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anfitrión del evento, espera que la reunión en Río de Janeiro impulse una agenda centrada en el desarrollo sostenible, el combate a la desigualdad y el fortalecimiento de la economía global.
De acuerdo con De la Fuente, el G20 opera bajo el principio de consenso, lo que significa que cada decisión debe contar con el acuerdo de todos los países participantes, sin importar su tamaño o poder económico.
“Este principio permite que las decisiones tomadas en el G20 sean inclusivas y reflejen una amplia gama de intereses y perspectivas», destacó.
La participación de México y los temas clave
La participación de México en el G20 se divide en dos grandes canales: el financiero, liderado por la Secretaría de Hacienda y el Banco de México, y el de relaciones exteriores, a cargo de la Cancillería. En esta ocasión, la presidenta Sheinbaum tendrá una agenda enfocada en fortalecer los vínculos de México con otras economías y promover soluciones conjuntas a problemas globales.
El secretario De la Fuente también señaló la importancia de los “sherpas”, funcionarios designados por cada país para coordinar el trabajo en el G20. En el caso de México, este rol recae en un representante de la Secretaría de Relaciones Exteriores, encargado de asegurar que los intereses y propuestas de México sean discutidos y considerados en la agenda de la cumbre.
Un espacio de diálogo con la sociedad civil
Además de los temas económicos y diplomáticos, la cumbre del G20 en Brasil ofrecerá un espacio para grupos de trabajo en áreas específicas como agricultura, comercio, cultura y educación. También se incluirán foros de diálogo con organizaciones de la sociedad civil, el sector privado y organismos internacionales, con el objetivo de enriquecer la discusión y fomentar el compromiso con una agenda de desarrollo inclusivo y sostenible.
La presencia de la presidenta Sheinbaum en Río de Janeiro no solo reafirma el compromiso de México con el multilateralismo, sino que también abre la puerta a nuevas oportunidades de cooperación y entendimiento en un escenario mundial cada vez más interconectado y complejo.
