«Si es necesario, haremos movilizaciones pacíficas que muestren que no estamos de acuerdo», insistió la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, ante la posibilidad de que el gobierno de Donald Trump consiga gravar con el 3.5 por ciento las remesas que envían los mexicanos que viven en Estados Unidos a sus familias en territorio nacional.
Una vez más, la mandataria federal reiteró su llamado a movilizarse previo a que el Senado estadounidense avale el plan fiscal del republicano que ya pasó el filtro de la Cámara de Representantes y que actualmente se encuentra en la Cámara Alta, aunque rechazó explicar cómo sería la movilización y dónde, pero sí especificó que esta sería “pacífica”.
“(Sería) previo a que lo apruebe (el Senado). Pues ya si es necesario, haremos movilizaciones pacíficas que muestren que no estamos de acuerdo y nuestros argumentos de por qué no estamos de acuerdo”, subrayó la Jefa del Ejecutivo mexicana.
Sheinbaum Pardo recordó que la próxima semana viajará a Washington un grupo de senadores para dialogar con sus similares y argumentar por qué no México no está de acuerdo con la imposición de impuestos a las remesas. Además, dijo que hay organizaciones de connacionales México americanos que radican en el país vecino que también han hecho actividades y enviado cartas para mostrar su descontento con los gravámenes propuestos por los republicanos.
“Vamos a seguir trabajando allá en Estados Unidos en el marco de la ley de Estados Unidos para poder hablar permanentemente con los senadores y decir la afectación que esto va a tener incluso para la propia economía de los Estados Unidos”, subrayó.
Claudia Sheinbaum reiteró que no está de acuerdo con que se impongan impuestos a los aranceles porque eso implicaría gravar a los que menos tienen. Por ejemplo, dijo que en México en la Constitución se establece que los impuestos deben ser progresivos, es decir, que paguen los que más tienen, aunque subrayó que eso se debe a que es la visión de los gobiernos de la Cuarta Transformación.
Detalló también que las personas que no tienen documentos y que viven y trabajan en Estados Unidos también pagan impuestos y son parte del funcionamiento de la economía del país vecino, porque además del pago de gravámenes como todos los demás, también consumen. Y únicamente el 20 por ciento de todo lo que ganan lo envían a México a sus familiares, por ello el imponer impuesto a las remesas implicaría gravar los recursos dos veces, lo que es “discriminatorio”.
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“Entre otros argumentos, hay otros como, por ejemplo, para nosotros disminuir la migración de mexicanos a Estados Unidos tiene que ver con que encuentren trabajo en sus comunidades y vivan bien. Y las remesas ayudan a las familias de escasos recursos a no migrar. Entonces, todos estos argumentos se están dando a los senadores de Estados Unidos, al gobierno de los Estados Unidos, aunque es una propuesta del legislativo. En este caso, se están dando todos los argumentos y esperamos que lleven a que no se graben las remesas en el caso de México”, confió.