La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) planea cerrar cuatro importantes oficinas de atención a migrantes que tiene en México ante la «grave crisis» económica que están enfrentando y por la cual, además, despidieron a 190 empleados, dijo a Reuters uno de sus funcionarios.
Entre las oficinas están dos en el sur, en las ciudades de Chiapas, Palenque y Tenosique, así como la de Guadalajara, situada en el estado de Jalisco.
«Esto tendrá un impacto muy fuerte para las comunidades migrantes», dijo a Reuters José Maria García, director del albergue Juventud 2000 en Tijuana. «Se tendrán que buscar alternativas urgentes», agregó.
La operación de ACNUR en México ha dependido en gran medida de la financiación estadounidense, la cual se ha visto afectada por la congelación global de fondos del presidente Donald Trump.
Los recortes presupuestarles del organismo internacional también han impactado en el desarrollo de algunos programas en casas de migrantes a cargo de la iglesia Católica en el país, dijo a Reuters el director de la fundación Scalabrini de México, Julio López.
«Las casas han visto reducido su presupuesto y por consiguiente han reducido programas y proyectos», comentó tras aclarar que, no obstante, que «los albergues siguen operando enfocados a dar apoyo a migrantes».