REDACCIÓN MACRONEWS.— El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha rechazado categóricamente las acusaciones de que su Gobierno haya manipulado el caso del obispo emérito Salvador Rangel, de Chilpancingo-Chilapa, con la intención de afectar la imagen de la Iglesia católica. En su conferencia mañanera de este lunes, López Obrador afirmó que su administración es respetuosa de todas las iglesias, especialmente de la Iglesia católica, y que siempre actúa con apego a la verdad.
El obispo de Cuernavaca, Ramón Castro, también se pronunció sobre el caso. Acusó que la versión de que Rangel ingresó voluntariamente a un motel y luego al hospital, donde dio positivo por cocaína y benzodiacepinas, es una “instrumentación política”. Además, Castro señaló que “una fábrica de bots de ya sabes quién” está utilizando este caso para afectar la autoridad moral de la Iglesia. En respuesta, López Obrador aseguró que su Gobierno no actúa de manera hipócrita y que son congruentes en sus acciones.
El presidente reiteró su respeto a la libertad de creencias y advirtió que, aunque estamos en temporada electoral, no permitirá que lo confronten. “Amor y paz”, enfatizó. Por otro lado, recordó que hace dos semanas, el obispo emérito de Guadalajara, Juan Sandocal Íñiguez, llamó a votar contra “el partido en el poder” bajo la amenaza de que instauraría el comunismo. López Obrador concluyó diciendo que el jerarca ha estado en oposición a él desde 2006.