Por Noé Peniche.- A 142 años de distancia, el presidente AMLO retomó el desarrollo del sureste, pues corría el año de 1880, cuando inició la construcción del tren Mérida–Campeche, tramo que en forma retórica y física, está siendo revivido como parte de las obras emblemáticas de la 4T.
El ferrocarril Mérida-Campeche se construyó en su momento por iniciativa de los gobiernos de ambos estados, logrando una concesión por un lapso de 99 años, lo que detonó enormemente la actividad económica de la región.
Dicha concesión fue aprobada el 12 de octubre de 1880 por parte de la legislatura local, dicho ferrocarril Mérida-Calkiní-Ramal-Celestún, fue contratado por el gobierno de Yucatán y el Ministerio de Fomento.
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El 6 de abril de 1881 el gobierno yucateco traspasó la concesión del ferrocarril a los señores Agustín del Río, Francisco Ogarrio y Juan Castellanos León y CIA, quienes organizaron la compañía Limitada de Ferrocarril de Mérida a Calkiní con Ramal a Celestún.
Esta obra fue conocida como el Ferrocarril del Sureste, siendo rehabilitado de 1965 a 1968 con una inversión cercana al medio millón de pesos de esa época, de acuerdo con información del Museo de los Ferrocarriles de Yucatán.
Fue hasta 1975, cuando esta obra empezó a perder fuerza, diluyéndose con el tiempo, siendo retomado, como una nueva obra que detonará al sureste por el actual gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador.