La plataforma de Televisa compite contra 17 servicios Over-The-Top (OTT) en México además de Netflix, entre los que destacan Clarovideo —propiedad de América Móvil— y HBO GO —en alianza con la cablera Dish—.
Televisa retirará sus contenidos de Netflix durante el último trimestre de 2016 para posicionar a Blim, su servicio de video bajo demanda por suscripción (SVOD, por sus siglas en inglés).
“El contenido de Televisa estará de forma exclusiva en Blim. Esa es nuestra estrategia”, comenta en entrevista con Forbes México Carlos Sandoval, director general de la plataforma.
La revelación llega solo una semana después de que José Bastón, presidente de televisión y contenidos de Televisa, anunciara el lanzamiento de Blim al mercado el 22 de febrero de este año.
En 2014, dos de los contenidos de Netflix más vistos en México eran telenovelas (Rebelde y Teresa, ambas producciones de Televisa), según Kari Pérez, RP de Netflix para Latinoamérica.
Blim, la plataforma de Televisa, ofrece actualmente más de 13,000 horas de contenido (espera cerrar 2016 con más de 20,000) para usuarios de banda ancha, que pueden ser consumidos desde computadoras, teléfonos inteligentes y tablets.
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La estrategia detrás de Blim
El nacimiento y nombre de la plataforma no es resultado de anécdotas o corazonadas. Comenzó a gestarse desde 2014. Tras múltiples estudios de grupos focales, Blim fue elegido entre 800 posibles nombres, afirma Sandoval: “lo que estábamos buscando era un nombre que no existiera, que no significara nada. Un lienzo en blanco.”
Su target no está segmentado para un público específico, sino pensado para hogares con acceso a internet de banda ancha. El directivo ejemplifica que existe contenidos para millennials de 21 años, adultos y niños un público fundamental si se considera que el catálogo cuenta con más de 6,000 horas de contenido a modo para este segmento.
El primer mes de Blim es gratuito. Después se realiza un cargo mensual de 109 pesos. Las formas de pago son vía tarjeta de crédito o débito (Visa o Mastercard), además del servicio de PayPal.
El reto inmediato es convencer a los usuarios de Netflix, televisión abierta o de paga para que usen Blim, pero Sandoval no necesariamente intentará que los potenciales suscriptores abandonen sus servicios actuales.
El directivo de Televisa afirma que los usuarios de televisión on demand van a tener dos servicios de contenido ‘a la carta’. Sandoval ejemplifica que en sectores de la población estadounidense coexisten hasta tres diferentes plataformas. Tampoco descarta que una parte tendrá que elegir. “Nuestro plan es que escojan el nuestro.”
La plataforma compite contra 17 servicios Over-The-Top (OTT) en México además de Netflix, entre los que destacan Clarovideo —propiedad de América Móvil— y HBO GO —en alianza con la cablera Dish—.
La pelea de video bajo demanda online llega a nuestro país en un entorno en que Televisa vende menos contenidos —en el último trimestre de 2015 reportó 10,763 millones de pesos (mdp), una disminución de 3.3% en comparación con el mismo periodo de 2014—, de acuerdo con su último reporte de resultados.
Un factor en contra es el precio: Blim es más caro que el servicio básico de Netflix (99 pesos mensuales) y mayor al de Clarovideo (69 pesos al mes).
Netflix posee 39% de la participación de mercado en México, de acuerdo con datos de la firma de investigación digital Global Web Index.
Pero Blim va por todas las plataformas donde está Netflix: dentro de 90 días, el servicio también estará disponible en dispositivos como Xbox, Xbox One, PlayStation 3 y 4, Smart TV de Samsung, Apple TV y Roku.
Entre producciones exclusivas y lanzamientos, el directivo espera ofrecer 15 series nuevas al año, esto quiere decir que cada tres semanas habrá algo nuevo en Blim.
Un cambio adicional en la estrategia es que Televisa está abierta a nuevas series con productores mexicanos independientes, y ya inició diálogos con algunos como Leonardo Zimbrón (Club de Cuervos, producción orginal de Netflix) y Gustavo Loza (Héroes del Norte).
“Creo mucho en el contenido producido en México por Televisa y por otros productores”, comentó el presidente de Televisa, Emilio Azcárraga Jean, durante un evento sobre inclusión laboral de discapacidad, en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) el pasado 3 de marzo.
También están disponibles los contenidos ‘estrella’ de Televisa, desde acervos históricos de la empresa, telenovelas, y productos aún disponibles en Netflix como La Rosa de Guadalupe y el Chavo del 8.
Pero el diferenciador de Blim frente a Netflix o Clarovideo serán historias relevantes para la “idiosincrasia latina” como Burócratas y Hotel de los secretos.
Guerra en la región
Blim también está disponible en toda América Latina, excepto Brasil, región que se ‘peleará’ con Netflix, que llegó a México en 2011 y tiene más de 4 millones de suscriptores latinoamericanos.
Sandoval declinó compartir datos de inversión y cuota de mercado que quiere captar en nuestro país, y justifica que la estrategia se proyectó a mediano y largo plazo.
El valor de mercado en América Latina de video bajo demanda Over-The-Top (OTT) se estima en 3,170 millones de dólares (mdd), según la consultora Dataxis.
Para Sandoval, los mercados latinoamericanos más atractivos son Colombia, Chile, Perú y Argentina.
¿Blim llega tarde a México?
El director general de Blim rechaza que la plataforma llegue tarde al mercado mexicano. ¿Por qué? La velocidad y penetración de la banda ancha empieza a crecer en nuestro país.
México tiene 15 millones de suscriptores de banda ancha, aunque sólo 16% está suscrito a un servicio de video en línea, según Euromonitor. Pero el número llegará a 23.6 millones en 2030, 55% más que en 2015. “Ese es el mercado al que estamos accediendo”, dice Sandoval.
A México todavía le falta camino por recorrer, pues tiene el menor nivel de banda ancha de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) —que agrupa a países como Estados Unidos, Chile, Alemania y Japón—, así lo informa The Competitive Intelligence Unit, en un análisis.
Para resolver esta disparidad, Blim utiliza el esquema dynamic bit streaming, que consiste en segmentar en 11 resoluciones para diferentes dispositivos y velocidades, y así entregar al usuario la mejor transmisión disponible de acuerdo con su capacidad.“Si tú estás en un lugar donde hay un mega, te enviamos la mejor resolución para que puedas verlo a esa capacidad”, dice Sandoval.
Pero el director general de Blim no considera que se trate de una industria de números, y se basa, en cambio, en una de entretenimiento, donde el usuario crea “vínculos emocionales” con las series y películas que le gusta ver.
“No crea una afinidad con los medios de transimisión. Si hay una serie que te gusta, la buscas y ves donde esté. Entonces donde hay que invertir es en los contenidos, y Televisa es experta desde hace más de 60 años”.
Fuente: Forbes