Redacción Macronews.- La presidenta de México, Claudia Sheinbaum sostuvo el sábado una conversación clave con su homólogo de EE.UU., Donald Trump, en la que abordaron el impasse arancelario bilateral. “Acordamos que en unas semanas más nos volveremos a hablar. Tenemos un entendimiento”, indicó la mandataria. La interlocución marca un respiro en la tensión comercial que ronda los intercambios entre ambos países.
Nuevo giro en la tensión arancelaria
Durante la llamada, la presidenta mexicana reafirmó su compromiso con el diálogo y anticipó una nueva ronda de negociaciones en las próximas semanas. Según informó, ambas partes coincidieron en que existe “un entendimiento” sobre la necesidad de avanzar en los diferendos arancelarios.
Entre los puntos centrales de la conversación se cuentan los gravámenes aplicados por EE.UU. sobre importaciones como acero, aluminio y automóviles mexicanos, lo que ha generado presión sobre la industria y el comercio bilateral. De hecho, Washington mantiene aranceles de hasta 25 % para autos y 50 % para metales, según medios internacionales.
Un acuerdo temporal que allana el camino
Este entendimiento llega tras una serie de llamadas previas entre Trump y la mandataria mexicana, en las cuales ya se habían logrado pausas o extensiones temporales a los aranceles. Por ejemplo, los EEUU aceptaron suspender gravámenes por importaciones mexicanas bajo el USMCA hasta el 2 de abril gracias a una llamada entre ambas partes.
También, en julio pasado, Trump amplió por 90 días el plazo para renegociar un acuerdo comercial con México, lo que permitió mantener los aranceles vigentes mientras se definían los términos de la negociación. Así, esta nueva comunicación parece apuntar a avanzar hacia una solución más estructural y menos coyuntural del conflicto arancelario.
Retos clave y lo que viene
Aunque el “entendimiento” abre una ventana de oportunidad, persisten retos significativos:
México deberá enfatizar las medidas para detener el tráfico de fentanilo, armas y flujos irregulares en la frontera, elementos que EE.UU. ha vinculado con los gravámenes arancelarios.
Las negociaciones deberán definir con claridad cuáles productos quedan al amparo del USMCA, cuáles entran en nuevos mecanismos bilaterales y qué cronograma se establecerá para los aranceles existentes.
La industria automotriz, metalúrgica y agrícola estará al tanto de los avances, pues cambios en tarifas o barreras pueden afectar tanto exportaciones mexicanas como cadenas de suministro norteamericanas.
En las próximas semanas, ambas delegaciones tendrán que concretar una agenda, posiblemente acompañada de encuentros técnicos y visitas mutuas. La mandataria insistió en que “nos volveremos a hablar” en ese lapso, lo que sugiere que el diálogo está lejos de cerrarse, pero que sí ha dado un paso relevante para estabilizar la relación comercial.
























