Al 2015, Veracruz tenía un endeudamiento de 45,879 millones de pesos, Quintana Roo contaba con compromisos financieros por 22,442 millones de pesos, y Nuevo León adeuda 63, 832 millones de pesos
Los estados de Veracruz, Quintana Roo — que viven una contienda electoral– y Nuevo León deben reestructurar su deuda contraída con la banca comercial, dado que enfrentan problemas fiscales y de ingresos, advirtió Luis Robles Miaja, presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM).
“Distinto es el problema que tiene el estado de Veracruz, Nuevo León y Quintana Roo que sí están sobreendeudados”, señaló el banquero durante el Foro nacional IMEF de infraestructura.
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“Esos estados van entrar en procesos de reestructura como en su momento le tocó a Coahuila”, dijo el representante de la banca comercial en México.
Coahuila era un estado con una deuda de 35 ,000 millones de pesos (mdp), “que era insostenible”, manifestó.
La entidad gobernada por Rubén Moreira “hizo su tarea, al reducir su gasto corriente”.
Al 2015, Veracruz tenía un endeudamiento de 45,879 mdp, Quintana Roo contaba con compromisos financieros por 22,442 mdp, y Nuevo León adeuda 63, 832 mdp.
Según Robles Miaja, la banca tiene mecanismos de garantía para cobrarle las deudas a aquellas entidades, que son participaciones federales.
El problema de los estados no es ni de la banca ni del país, pero es un problema de unos gobiernos concretos que alcanzaron niveles de deuda insostenible.
El 28 de abril, el presidente Enrique Peña Nieto promulgó la Ley de Disciplina Financiera para Estados y Municipios que tiene como objetivo mayor transparencia en las finanzas de los gobiernos subnacionales, controlar el endeudamiento a corto y largo plazo e incluir mejores prácticas en la gestión financiera.
Esta legislación permitirá que los gobiernos subnacionales contraten deuda con una garantía del gobierno federal, lo que bajará la tasa de interés.
Los gobiernos con deudas más altas podrían recurrir a esta garantía, pero tendrán que sujetarse a una supervisión más estricta de la Secretaría de Hacienda.
Fuente: Forbes