“Culpable”, “culpable”, “culpable”, “culpable”. En cuatro ocasiones, una por cada cargo, Ovidio Guzmán López admitió haber participado en actividades relacionadas al trasiego de drogas y delincuencia organizada ante la jueza Sharon Johnson Coleman en la Corte del Distrito Norte de Illinois.
El viernes 11 de julio, el hijo del cofundador del Cártel de Sinaloa formalizó un acuerdo de culpabilidad con un único objetivo: evitar pasar el resto de su vida en una prisión. A cambio, de acuerdo con información obtenida por el periodista Ángel Hernández para MILENIO, Ovidio Guzmán deberá cooperar de forma sustancial con la fiscalía estadounidense.
Tras haber encabezado junto a sus hermanos la facción de Los Chapitos en el Cártel de Sinaloa, el hijo de El Chapo y Griselda López busca una reducción de sentencia, marcando así el inicio del final de su trayectoria delictiva, la misma que lo consolidó años atrás bajo el alias de El Ratón y que inmortalizó en uno de los narcocorridos más famosos de los últimos años.
Ovidio Guzmán: el dócil protagonista
A diferencia de otros capos que han liderado y conformado organizaciones delictivas en México, Ovidio Guzmán no contaba con un perfil visceral o violento. Por el contrario, era considerado comoel más tranquilo de los cuatro hermanos que asumieron el liderazgo de parte del Cártel de Sinaloa tras la detención y extradición de su padre.
Información recopilada por periodistas como Óscar Balderas o Anabel Hernández describen al otrora líder de Los Chapitos como un joven tímido, obediente y de personalidad cordial que disfrutaba de comer malteadas y pasteles de chocolate.
Dichas cualidades hicieron que desde temprana edad su padre y el resto de su familia lo apodaran como El Ratón con miras a que, años más tarde, dicho pseudónimo contaría con un peso de plomo en el hampa mexicano.
Dámaso López Serrano, mejor conocido como Mini Lic, narró a Anabel Hernández en una entrevista para MILENIO que Ovidio era un joven sencillo pero con una gran habilidad para los negocios ilícitos, un camino al que llegó luego del asesinato de su hermano Édgar Guzmán López.
Su incursión en el tráfico internacional de drogas, sumado a su cercanía con sus medios hermanos Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar poco a poco fueron influyendo no sólo en su estilo de vida sino también en su carácter.
«Ovidio se quedaba en casa cuidando a sus hijas. Era quien les cambiaba el pañal, bien, era un padre muy amoroso, de eso no cabe la menor duda […] Eso era antes, ahora que pasó todo esto del poder y los ‘Culiacanazos’ , sé que ya Ovidio era una persona totalmente distinta, ya traía mucha gente armada con él, ya muchos corridos, ya andaba en fiestas, ya le seguía mucho el rollo a su hermano Iván. Ya había tomado ese camino», narró el Mini Lic a la periodista Anabel Hernández.
Su faceta como narcotraficante llevó a Ovidio a formar parte del grupo de líderes y miembros de organizaciones delictivas que, en una expresión de poder, han protagonizado narcocorridos que narran parte de sus hazañas y vida.
En enero de 2022, Código FN estrenó una oda al hijo de El Chapo Guzmán que no tardó en cobrar popularidad en México. El lanzamiento del controversial tema se suscitó más de dos años después del primer Culiacanazo y uno antes de la detención definitiva de Ovidio Guzmán López.
¿Qué dice el ‘narcocorrido’ de El Ratón?
Tres minutos y 42 segundos le bastaron a la popular agrupación sinaloense para hacer un recorrido sobre los últimos años que Ovidio Guzmán López estuvo en libertad.
«Guzmán de apellido es Ovidio, su padre de niño le apodó El Ratón, un jefe con mucho cerebro, es hijo del Chapo, aquel señorón. En Jesús María creció, de sangre caliente y de acción, trae gente y son puros pintos, con sus lanza papas es un equipón», se escucha en las primeras estrofas del tema.
Dichos versos comienzan retratando los orígenes de Ovidio Guzmán, la cercanía con su padre, El Chapo, y la sindicatura donde transcurrió su infancia que, irónicamente, terminó convirtiéndose en el mismo lugar donde fue detenido en enero de 2023. Desde el inicio, la mención a sus subordinados armados, es evidente.
«Aprecio al 90, El Güerito. Él es mi compadre, firmes mi viejón, amigos tengo de a montón apoyo y respaldo les doy. Soy El Ratón, soy Ovidio, soy Guzmán hijo del Chapo, soy hermano de Alfredito y Archivaldo y por cierto me disculpo por lo del Culiacanazo. Yo no peleé, pues la vida de mis hijas fue primero y agradezco a la plebada el jueves negro se rifaron por mi cuero con todos los del gobierno», continúa el narcocorrido.
José Ángel Cannobio Inzunza es el nombre detrás de los alias El 90 y/o El Güerito, un importante colaborador de los hijos del Chapo que por su rol como operador logístico incluso llegó a ser considerado como uno de los posibles sucesores de Iván Archivaldo Guzmán Salazar.
El Güerito ha sido una de las bajas más relevantes que Los Chapitos han tenido desde el inicio de la ‘narcoguerra’ que se desató en Culiacán tras el secuestro de Ismael El Mayo Zambada. Cannobio Inzunza fue detenido en Culiacán en febrero de 2025 y días después entregado al gobierno estadounidense que lo reclamaba por cargos abiertos en su contra en la Corte del Distrito Norte de Illinois, la misma en donde Ovidio enfrenta su proceso legal.
Los siguientes párrafos del narcocorrido figuran como un tipo de disculpa por los disturbios que se desataron en octubre de 2019 en la capital sinaloense durante un intento de las fuerzas federales por aprehender a El Ratón. Balaceras, bloqueos, privaciones de la libertad, homicidios y terror entre la población civil orillaron al entonces presidente, Andrés Manuel López Obrador, a ordenar la liberación del hijo del Chapo.
«Respeto y a lo que ordenen mis dos hermanos Alfredo e Iván. Mi madre es mi gran maestra, Moreno te extraño no te he de olvidar. Los autos son mi gran pasión, navego pura colección, me siento más fuerte que nunca […] en ranchos y por Culiacán me miran pasar. Soy El Ratón, soy Ovidio, soy Guzmán hijo del Chapo, es difícil no tenerle aquí a mi lado y me duele que no esté siempre voy a respetarlo», rezan las siguientes estrofas del tema.
Además de describir el peculiar gusto por los vehículos, los versos eluden al entorno familiar de Ovidio, empezando por sus hermanos -quienes continúan al frente de la facción de Los Chapitos- pero también a El Moreno, alias con el que era conocido Édgar Guzmán López, su consanguíneo asesinado en 2008.
Sus padres, Griselda López y Joaquín Guzmán Loera también acaparan espacio en la composición. A su madre la posiciona como su mentora mientras que expresa la dificultad que le generó no poder estar cerca de El Chapo.
«Hay que seguir, pa’ delante que la mata sigue dando y El Ratón se le peló de nuevo al gato, ahí nos vemos chavalada, La Chapiza sigue al mando», finaliza el narcocorrido.
Hasta el momento en el que se escribe esta nota, el tema que Código FN dedicó a Ovidio Guzmán López acumula más de 14 millones de reproducciones en YouTube. Su éxito contrastó con la suerte de su protagonista, pues El Ratón finalmente fue cazado y ahora, ya no canta narcocorridos sino información del Cártel de Sinaloa y sus vínculos a la fiscalía estadounidense como parte de su recién formalizado acuerdo de culpabilidad.
Fuente: https://www.milenio.com/policia/ovidio-guzman-lopez-narcocorrido-que-lo-consolido-como-el-raton