El Senado aprobó entre la noche del viernes 28 y la madrugada del sábado 29 de abril una serie de reformas, la mayoría impulsadas por el presidente AMLO.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador, respaldó este lunes a los senadores del oficialista Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y sus aliados, por la aprobación en tiempo récord de una veintena de reformas el pasado fin de semana pues, dijo, “están pensando en el pueblo”.
“Me da mucho gusto lo que están haciendo los legisladores de nuestro movimiento porque están pensando en la gente, están pensando en el pueblo y están unidos”, dijo el mandatario durante su rueda de prensa matutina desde el Palacio Nacional.
El Senado mexicano aprobó entre la noche del viernes 28 y la madrugada del sábado 29 de abril una serie de reformas, la mayoría impulsadas por López Obrador, entre las que se destacan la que da al Ejército el control indefinido del Tren Maya, los ingresos económicos por turismo a las Fuerzas Armadas y la desaparición del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).
Al ser cuestionado por la rapidez con la que se avalaron dichas reformas, las cuales además se aprobaron sin la presencia del bloque opositor ni debate, el mandatario argumento que “ya estaban, ya habían pasado por la Cámara de Diputados”.
Defendió que el proceso legislativo fue legal, y negó que hubiera una violación al mismo como argumentaron los opositores quienes además adelantaron que impugnarán ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) estas reformas.
“No somos lo mismo. (…) se discutieron donde tenían que discutirse, en la instancia correspondiente, ¿dónde está la ilegalidad?”, cuestionó.
Respecto a las impugnaciones, el mandatario afirmó que no pasará nada, y dijo que si la SCJN acepta revisar la legalidad de las reformas será “la gran “alcahueta” (cómplice) del bloque conservador”.
Las reformas se aprobaron con la ausencia de la oposición, que el jueves frenó la última sesión del periodo ordinario entre jaloneos, arrebatos, manotazos y golpes, ante la falta de acuerdos con el bloque oficialista, por lo que los opositores mantuvieron tomada la tribuna más de 24 horas, lo que obligó a cambiar de sede para continuar con la sesión.
La oposición ha acusado a Morena, el partido de López Obrador, de impulsar reformas durante las madrugadas y en “fast track”, un proceso legislativo en el que la mayoría acelera las votaciones sin consenso con las demás fuerzas políticas.