El peso mexicano sigue sobresaliendo entre las grandes monedas del mundo por su racha de apreciación. El lunes, la moneda se fortaleció 0,8%, tocando una cotización mínima de 16,33 pesos por dólar, un nivel no visto desde agosto de 2015. El impulso se lleva a cabo días después de que se publicaron las minutas de la última reunión de política monetaria del Banco de México, en donde los miembros mostraron un tono más restrictivo de lo esperado.
Según Gabriela Siller, directora de análisis de Banco BASE, la apreciación del peso versus el dólar se debe a los mismos factores que han impulsado a la moneda de manera sostenida durante los últimos dos años. Entre ellos están los flujos de divisas que llegan al país por exportaciones, remesas e inversión extranjera, la expectativa que México se beneficiará de la oportunidad del nearshoring y el amplio diferencial entre la tasa de interés de México y Estados Unidos.
El banco central mexicano recortó la tasa de interés referencia en 25 puntos básicos durante su última reunión el 21 de marzo. El primer recorte en tres años dejó la tasa en 11%, muy por encima de lo que ofrecen los instrumentos en EE UU, en donde la tasa se ubica entre 5,25% y 5,5%. Este diferencial hace instrumentos denominados en pesos muy atractivos para el mercado.
Sin embargo, analistas se sorprendieron de leer en las minutas de la junta del Banco de México, publicadas el jueves pasado, un tono restrictivo. Los subgobernadores expresaron preocupación por la persistencia de la inflación subyacente, es decir, los precios que no tienden a fluctuar rápidamente. La inflación general en México se ubica entre 3% y 4%.
“La apreciación del peso ocurre a pesar de que se especula que la Reserva Federal será más cautelosa para comenzar a recortar la tasa de interés, realizando el primer recorte hasta el 18 de septiembre”, escribió Siller en un reporte el lunes. “Cabe recordar que la semana pasada varios oficiales de la Reserva Federal mostraron un tono restrictivo”, agregó.
Debido al atípico episodio de apreciación de la moneda, la cual históricamente se ha depreciado contra el dólar, analistas se han referido a la moneda como el ‘superpeso’. A pesar de que la cotización genera optimismo, ha tenido un impacto negativo entre los millones de familias que dependen del dinero que envían sus familiares desde el extranjero para costear la vida.
Fuente: El país
