En una entrevista exclusiva con el Padre Manuel Damaniel Durán Becerra, párroco y rector del santuario diocesano de Nuestra Señora Guadalupe en Cancún, nos habló sobre el significado del miércoles de ceniza y el inicio del tiempo de Cuaresma.
El Padre Manuel destacó la importancia de este período como una oportunidad para la conversión, la oración y la renovación personal. La imposición de cenizas simboliza nuestra condición efímera como seres humanos, recordándonos que somos polvo y a él regresaremos.
Subrayó que la Cuaresma es un llamado al esfuerzo y la lucha contra uno mismo en busca de un cambio de vida genuino.
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En cuanto a la conexión entre el carnaval y la imposición de cenizas, el Padre Manuel aclaró que no debe mezclarse la dimensión religiosa con la cultural.
Recibimos las cenizas no por haber participado en el carnaval, sino como un acto voluntario para esforzarnos en nuestra transformación espiritual.
Finalmente, el párroco invitó a la comunidad de Cancún a abrazar este tiempo de Cuaresma como una oportunidad de crecimiento personal. Enfrentar nuestras fallas, según sus palabras, es el camino hacia el progreso y la verdadera transformación, al instar a superar el miedo a la Cuaresma y abrazar el desafío de crecer.