REDACCION MACRONEWS.- En un hecho sin precedentes, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, presentó este miércoles un decreto que prohíbe el uso, producción, importación y comercialización de 35 plaguicidas considerados altamente peligrosos, como parte de una estrategia nacional para transitar hacia una agricultura más limpia, sostenible y segura. La medida, anunciada en conferencia desde Palacio Nacional, representa la mayor restricción de químicos agrícolas en la historia del país, superando la prohibición de 21 moléculas realizada en 1991.
El secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Julio Berdegué Sacristán, explicó que las sustancias incluidas en el decreto están identificadas en convenios internacionales como Basilea, Rotterdam y Estocolmo, y ya han sido prohibidas en uno o más países con los que México mantiene comercio activo de alimentos. Entre los compuestos más tóxicos destacan:
• Aldicarb: utilizado en caña de azúcar y cítricos, altamente contaminante y tóxico por contacto.
• Carbofurán: considerado uno de los insecticidas más peligrosos del mundo, prohibido en Canadá y Europa, pero aún usado en México en cultivos de café, algodón y aguacate.
• Endosulfán: restringido en más de 50 países por sus efectos en el desarrollo fetal y su persistencia ambiental.
• DDT: prohibido globalmente desde los años 70, pero que en México aún se producía y utilizaba.
El decreto será publicado en el Diario Oficial de la Federación y entrará en vigor de manera gradual, con una calendarización que permitirá a los productores adaptarse. Se prevé que en 2026 se anuncie un segundo grupo de plaguicidas prohibidos, y en 2027 un tercer bloque de restricciones adicionales.
La estrategia fue desarrollada por cuatro dependencias: Agricultura, Salud (a través de Cofepris), Economía y Medio Ambiente, y contempla el impulso de alternativas agroecológicas y prácticas no químicas. “Este es el inicio del primer capítulo de una historia que sigue durante el gobierno de la presidenta”, afirmó Berdegué.
Sheinbaum subrayó que esta acción busca proteger la salud de productores, jornaleros y consumidores, así como reducir el impacto ambiental en suelos, cuerpos de agua y especies polinizadoras. México se suma así a una tendencia global que busca eliminar el uso de químicos dañinos en la producción agrícola.