MÉRIDA, MX.– Ante los constantes intentos de turistas por subir al Castillo de Kukulcán, una de las estructuras más emblemáticas de la zona arqueológica de Chichén Itzá, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) decidió ampliar el perímetro de seguridad en torno al monumento. Ahora, las cintas de restricción se encuentran a más de 10 metros de la pirámide principal, en un esfuerzo por proteger este patrimonio cultural y evitar conductas que comprometan su conservación.
La decisión fue tomada luego de que se reportaran diversos casos recientes de visitantes que han ignorado la prohibición de subir las escaleras del templo, vigente desde hace años para preservar su estructura. El incidente más reciente ocurrió durante el equinoccio de primavera, cuando un turista extranjero escaló la pirámide durante el fenómeno de luz y sombra que proyecta a la serpiente emplumada.
De acuerdo con la normativa vigente, quienes violen esta restricción se enfrentan a sanciones económicas que superan los cinco mil pesos. En caso de no cubrir la multa, los infractores son turnados a la Fiscalía General de la República, ya que el hecho constituye una violación a las leyes federales que protegen el patrimonio histórico y arqueológico del país.
Prestadores de servicios turísticos informaron que, desde hace una semana, el INAH ordenó el reacomodo del cerco que rodea la pirámide. Anteriormente, las cintas de seguridad estaban a unos seis metros de distancia; sin embargo, con la nueva medida se amplió el cerco y se instalaron postes adicionales, así como obstáculos en el área verde para reforzar la barrera física.
El Castillo de Kukulcán, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO y una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno desde 2007, continúa siendo uno de los principales atractivos turísticos del país. Las autoridades hacen un llamado al respeto y la responsabilidad de los visitantes para garantizar que futuras generaciones puedan seguir admirando este legado de la civilización maya.