Entre las selvas mayas y los colores del Caribe, en el corazón cultural de Quintana Roo, las manos de hombres y mujeres transforman la naturaleza en arte. Las artesanías del estado no solo son objetos bellamente elaborados, sino narraciones vivas que preservan lenguas, rituales y memorias ancestrales. Hoy, más que nunca, estas expresiones reciben el reconocimiento que merecen, gracias al impulso de estrategias gubernamentales lideradas por la gobernadora Mara Lezama.
Un claro ejemplo de este auge artesanal es el reciente reconocimiento que recibió Wendy Nallely Mex Dzib, originaria de Tihosuco, en el municipio de Felipe Carrillo Puerto. Su obra “Ritual Maya: Rezador Cruz Parlante” fue galardonada con el premio Los + Ecoístas 2025, otorgado por el Grupo Piñero como parte de la celebración de sus 50 años de trayectoria. La pieza, tallada con meticulosa destreza sobre una jícara, se convierte en un testimonio tangible del profundo respeto por la cosmovisión maya.
“Su obra no solo representa nuestra identidad, también refleja el talento, la historia y la herencia cultural de nuestras comunidades”, escribió la gobernadora Lezama al felicitar a Wendy a través de sus redes sociales.
Artesanías mayas, una variedad que cautiva
El arte popular en Quintana Roo abarca desde textiles bordados con hilos de colores intensos, pasando por máscaras de madera talladas a mano, hasta cerámica, hamacas, joyería de semillas y objetos rituales. Cada pieza cuenta una historia. Cada puntada, cada tallado, cada pigmento natural usado tiene un propósito, una raíz, un eco del pasado.
Para apoyar y visibilizar a estos artistas del pueblo, el gobierno del estado ha implementado ferias, programas de financiamiento, capacitaciones y espacios de exhibición dentro y fuera del país. Además, se han fortalecido los canales digitales y turísticos para acercar estas creaciones al mercado global, pero siempre cuidando que el proceso se mantenga justo y respetuoso con los creadores.
“Los artesanos no solo generan economía local, también protegen nuestro patrimonio”, ha señalado en diversas ocasiones la mandataria, quien ha hecho de la cultura uno de los ejes clave para el desarrollo social. En comunidades como Tihosuco, Señor o Kantunilkín, las artesanías son más que productos: son orgullo, identidad, y también una forma de resistencia ante la homogeneización cultural.
Mientras el mundo mira hacia lo sustentable y lo auténtico, Quintana Roo emerge como un referente de creatividad con conciencia. La jícara tallada por Wendy Nallely no solo ganó un premio: encendió una conversación sobre el valor de lo hecho a mano, lo que nace del alma y se transmite de generación en generación.
¿CUÁLES SON LAS ARTESANÍAS MÁS REPRESENTATIVAS DEL ESTADO?
1. Bordados mayas
Realizados principalmente por mujeres en comunidades como Tihosuco, Señor, y Chunhuhub. Los bordados incluyen flores, animales, grecas y símbolos ancestrales. Se plasman en blusas, vestidos (como el tradicional huipil), servilletas y caminos de mesa. Cada diseño puede contar una historia o representar un fragmento del entorno natural y espiritual.
2. Jícaras decoradas
El fruto del árbol de calabazo (jícara) es tallado o pintado con gran detalle. Se utilizan para rituales, objetos decorativos o contenedores tradicionales. La jícara es un símbolo muy fuerte dentro de la cultura maya y en manos de artesanos se convierte en una verdadera obra de arte, como lo demuestra la pieza premiada de Wendy Nallely Mex Dzib.
3. Tallado en madera
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Artesanos mayas utilizan maderas locales como el cedro para crear máscaras, esculturas y utensilios. Muchas veces estas piezas están inspiradas en personajes del Popol Vuh, animales míticos o figuras ceremoniales. Las máscaras, en especial, son muy utilizadas en danzas tradicionales.
4. Cestería y tejidos de palma
Con hojas de palma, bejuco o henequén, los artesanos elaboran canastas, sombreros, petates, bolsos y tapetes. Este trabajo requiere mucha paciencia y precisión. Además, es una de las prácticas artesanales más sustentables y ligadas a la vida cotidiana de las comunidades rurales.
5. Joyería de semillas y materiales naturales
Collares, pulseras y aretes hechos con semillas, conchas, caracoles, coral, piedra volcánica o maderas preciosas. Esta joyería refleja la conexión de las comunidades con la selva y el mar, y muchas piezas tienen un significado espiritual o protector.
6. Hamacas tejidas
Aunque son más conocidas en Yucatán, en Quintana Roo también se elaboran hamacas con hilos de algodón o nylon. Las hamacas son símbolo de descanso y hogar, y cada una puede tardar semanas en elaborarse. Muchas veces se adornan con flecos de colores o bordados.
7. Cerámica y alfarería
En algunas comunidades se mantiene viva la tradición de moldear barro a mano para hacer comales, cántaros, figuras rituales o vajillas. Aunque no es tan común como en otras regiones del país, la cerámica en Quintana Roo es muy apreciada por su vínculo con prácticas ancestrales.