El magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado tiene su lujosa propiedad en Cozumel.
En la isla de Cozumel solo son pocos y los más allegados los que conocen el rancho del magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJE), Fidel Gabriel Villanueva Rivero. Se encuentra a pocos kilómetros de El Cedral, y cuando se llega al lugar por un camino poco transitado, surge una fastuosa propiedad ubicada en terrenos ejidales al sur de la ínsula, llamada Rancho San Gabriel.
Desde el muelle de pasajeros en el centro de la ciudad, es necesario recorrer cuatro kilómetros hasta la salida a la carretera costera sur y de ahí recorrer otros 17 kilómetros para alcanzar el entronque de la entrada de la carretera de cinco kilómetros que conduce al poblado El Cedral, que hasta hace unos 12 años las familias más antiguas de Cozumel utilizaban como residencias de descanso y fin de semana, pero que hoy los políticos han comenzado a llegar.
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La zona es hábitat de especies de animales silvestres y aves que cruzan el camino que tiene unos cuatro kilómetros de longitud.
A unos mil metros de llegar a la propiedad, hay un gran portón de hierro de unos dos metros y medio de alto coronado por una manta que indica: «Prohibida estrictamente la entrada a personas ajenas».
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Ambas hojas de la reja del portón están abiertas por lo que el acceso es franco. Al final del «túnel» que forman las ramas de los árboles se abre un gran claro donde se aprecia una barda de un metro de alto, levantada con material pétreo del lugar y que llega hasta la entrada principal. Y ahí es donde se nota la opulencia de un magistrado del Poder Judicial.
Desde el aire, el Rancho San Gabriel cuenta con una serie de edificaciones, entre las que sobresale una casa grande con una gran piscina. Además cuenta con una cancha de tenis, con una canasta para jugar básquetbol; un campo de béisbol, y otras construcciones que se aprecian como departamentos.
El presidente del TSJE, en 2016, cuando su amigo era el entonces gobernador Roberto Borge Angulo, mandó a hacer un camino que llega a la carretera, para evitar el camino de El Cedral.
La propiedad se alimenta en varias de sus construcciones por celdas solares.
En la propiedad, Villanueva Rivero tiene caballerizas habitadas por finos caballos, los cuales traslada incluso con el apoyo de vehículos del TSJE. El gusto por la cabalgata lo comparte con Borge Angulo.
El rancho fue habilitado con antenas de radio e iluminación nocturna, por lo menos en los extensos jardines que lo rodean.
Villanueva Rivero fue uno de los consentidos de dos ex gobernadores cozumeleños. A pocos días de terminar su periodo, Borge Angulo le otorgó patentes para la venta de alcohol, entre ellas la más costosa, para bar.
Fuente: Sipse
