REDACCIÓN MACRONEWS.- La presencia y reproducción del pez diablo en cuerpos de agua del sur de Quintana Roo ha encendido las alarmas de autoridades y especialistas, quienes advierten que esta especie invasora representa un riesgo considerable para la fauna nativa. De acuerdo con Javier Carballar Osorio, titular del Instituto de Biodiversidad y Áreas Naturales Protegidas de Quintana Roo (IBANQROO), ya se confirmó su presencia en el Río Hondo, la Laguna de Bacalar y algunos cuerpos de agua en la zona sur de Felipe Carrillo Puerto.
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Ante este escenario, se conformó un grupo especializado de atención y monitoreo, integrado por autoridades ambientales y organizaciones civiles, cuyo objetivo es implementar estrategias para contener y controlar la expansión del pez diablo. “Estamos monitoreando para saber dónde están, cuántos son y cómo se comportan. Es un pez muy resistente, capaz de sobrevivir incluso varias horas fuera del agua, lo que lo convierte en una especie difícil de erradicar”, explicó Carballar.
La agrupación Proyecto Aak Mahahual reportó que de ocho ejemplares capturados en Bacalar, dos ya presentaban huevecillos en estado avanzado, lo que confirma que la especie no solo se ha adaptado, sino que también inició su proceso reproductivo en la región. Esto incrementa el riesgo de desplazamiento de especies nativas y altera el equilibrio ecológico de los ecosistemas acuáticos.
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Especialistas señalan que el pez diablo tiene una alta tasa de reproducción durante la temporada de lluvias. Los machos protegen los nidos y los alevines, lo que eleva significativamente las probabilidades de supervivencia de las crías y complica los esfuerzos de control.
El reto, coinciden las autoridades y ambientalistas, será detener su expansión antes de que alcance otros cuerpos de agua del estado, pues de continuar su reproducción descontrolada podría impactar no solo a la biodiversidad local, sino también a las comunidades que dependen de la pesca y del turismo asociado a lagunas y ríos de la región.