Al rededor del medio día de hoy 20 de enero representantes ambientalistas de los grupos ‘Cancún Salvemos el Manglar’ y ‘Guardianes del Manglar’, se manifestaron en la oficina Presidencial Municipal en el Ayuntamiento de Cancún, llevando animales muertos de los que quedaron sepultados durante la tala en el Malecón.
De igual forma mientras se manifestaban, otro grupo de ambientalistas logró que se autorizara un amparo por parte del Juzgado Segundo de Distrito que reconoció que «En virtud de la naturaleza del acto reclamado (desmonte y relleno del manglar), estando en juego derechos de las personas en lo individual así como de una colectividad, se concede la suspesión provisional«, para el efecto de que las cosas se mantengan en el estado que actualmente guardan.
«Hay desesperación, hay frustración… ellos (señala a los animales) no tienen cómo protegerse. Alguien tiene que levantar la voz por ellos», comentó el lic. Gerardo Solís, mientras pedían ser atendidos por el presidente municipal, Paul Carrillo.
Katerine Ender Corba, ambientalista agregó «No estamos peleando que se detenga el desarrollo o lo que quieran hacer mientras no tocaran el manglar ni aplastaran a las especies, es por eso que queremos que nos dé una respuesta». Así mismo, señaló como responsables directos al presidente de la República y al gobernador del estado.
El sr Gerardo alegó que llevaron a los animales para «que la ciudadanía se entere de que las autoridades municipales fueron participes del ecocidio», entre los animales presentados se encontraban dos especies de iguanas, una ardilla y un cangrejo azul, especie protegida.
No obstante, los ambientalistas se movilizaron en rechazo a la destrucción del mangle y mantienen guardias permanentes las 24 horas del día en todos los accesos al Malecón Tajamar para documentar y tratar de impedir que el predio, aunque devastado, sea rellenado, a como pretenden los desarrolladores, incluso invitaron a asistir a la velada que se llevará a cabo el próximo viernes.
El sábado 16 y domingo 17 de enero pasado, los desarrolladores devastaron más del 90 por ciento de la superficie vegetal de los predios, sepultando a varias especies de animales como los cocodrilos, iguanas, cangrejos azules y ardillas, así como nidos de aves que en estos predios tenían su hábitat, según la denuncia de los activistas defensores del manglar.