COLUMNA REAL POLITIK: SAMUEL CERVERA
Los mensajes trasmitidos a través de las nuevas tecnologías son aceptadas como hechos reales e irrefutables por las audiencias desprevenidas ante la novedad. En un contexto de discurso hegemónico de las clases dominantes sobre las clases subalternas equivale a una influencia mucho mayor. En el arte esto se ha traducido en un predominio de las expresiones occidentales sobre todas las demás, particularmente sobre los pueblos y sectores sociales que padecieron el imperialismo a partir de la modernidad nacida en el siglo XVI. Para emancipar a estas capas de la sociedad es indispensable el impulso, creación y difusión de corrientes artísticas anti hegemónicas que permitan recuperar las expresiones las comunidades dominadas por siglos de imposición cultural.
Existe múltiples investigaciones sobre las creaciones artísticas opuestas a las corrientes dominantes, minorías, sectores vulnerables, las distintas clases subalternas han sido estudiadas para amplificar su capacidad artística y sus trabajos. Hay toda una corriente de pensamiento filosófico y científico social en Latinoamérica enfocado a la descolonización del pensamiento. Destacados académicos provenientes de la Filosofía de la Liberación como Enrique Dussel, o de las teorías de la descolonización de Ramón Grosfoguel, entre muchos otros, han sentado las bases teóricas para construir una cultura distinta, emancipadora, para ver, interpretar y comunicar el mundo de una forma alterna a la cultura occidental dominante, utilizada actualmente por las elites económicas y políticas tanto de las potencias como las que habitan las naciones en desarrollo.
De ahí la importancia del arte contrahegemónico, no solo es valorar las expresiones de los sectores excluidos, ya sean pueblos originarios, las mujeres, representantes de la diversidad sexual, es aceptar que no existe una sola interpretación del mundo, que además es impuesta a favor de un puñado que se aprovecha de su posición social, política y económica. Sí el arte es esencialmente comunicación, hay millones de voces, visiones, mensajes, percepciones subyacentes, más allá de los discursos hegemónicos, que son patrimonio de toda la humanidad y deben de ser conocidos.