A pesar del alza, la población sí está comprando, aseguran comerciantes
Como cada año a finales de octubre, el olor a cempasúchil y azúcar prevalece en los mercados e incluso en algunos supermercados; es el olor tradición del Día de Muertos, una costumbre que cada vez es más costosa.
Durante un recorrido por el Mercado 23 de Cancún, uno de los espacios favoritos para encontrar todo lo relacionado con la festividad, se pudo corroborar el incremento en el costo de prácticamente todos los artículos para la elaboración de altares, que en algunos casos asciende hasta al 40 por ciento.
“Lo que son los dulces tuvo un incremento de 40 por ciento, todo lo que son los dulces porque son a base de azúcar o a base de cacahuate, entonces los insumos elevaron sus costos y el transporte para acá también está encareciendo”, lamentó Alfonso Ramírez, uno de los comerciantes del Mercado 23.
Respecto a las flores, dijo que por lo regular no varía tanto el precio, por lo que se pueden encontrar ramitos desde 25 a 30 pesos, hasta macetas con la planta de 150 pesos y ramos ya más grandes pueden alcanzar los 320 pesos.
“Todo lo demás ya son variedades de flores que se consumen durante todo el año, la docena anda como en 80 a 90 pesos”, apuntó el comerciante.
Las calaveritas, por ejemplo, ya sea de azúcar o alegría, van desde los 30 pesos las más pequeñas hasta 150, cuando el año pasado todavía se encontraban algunas en 20 pesos; el papel picado está entre tres y cinco pesos (de acuerdo con la decoración que presente) y las veladoras subieron entre 10 y 15 por ciento, pero se pueden encontrar algunas pequeñas y sin decoración desde 20 pesos hasta los 50 pesos las más grandes y decoradas.
Respecto al pan de muerto, las versiones e innumerables opciones también han permitido que exista variedad para todos los bolsillos, puesto que hay piezas individuales del pan tradicional desde nueve pesos hasta pan de muerto relleno de crema de nuez, Nutella o mermelada de zarzamora con tamaños familiares y precios de 380 pesos o más en panaderías selectas. También puede encontrárseles en los supermercados.
Pese a estos incrementos causados por temas de inflación, gasolina más cara y que Quintana Roo tiene que importar prácticamente todos los productos, la población sí está comprando, aseguran los comerciantes sondeados, por tratarse de una tradición muy especial en la que se espera a los familiares fallecidos, pero también porque los dos años previos la pandemia ahuyentaron a muchas personas de los mercados y no pudieron hacer sus altares como habitualmente acostumbraban.
“Se ve que la gente está respondiendo, está saliendo a comprar, ya lejos del temor del año pasado, que estábamos saliendo apenas de la enfermedad y ya ahorita vienen las familias con más confianza a comprar”, relató don Alfonso Ramírez.
FUENTE: LA JORNADA MAYA