HIGIENE DEL SUEÑO Y SALUD CARDIOVASCULAR: MANTENER HORARIOS REGULARES PARA DORMIR REDUCE LA PRESIÓN ARTERIAL HASTA EN UN 10% EL RIESGO CARDÍACO
Redacción Macronews.- Una reciente investigación científica ha revelado que la regularidad en el horario de descanso nocturno puede ser tan efectiva para el control de la hipertensión como el ejercicio físico constante o la reducción drástica en el consumo de sodio. El estudio, desarrollado por especialistas de la Universidad de Salud y Ciencias de Oregón (OHSU) y publicado en la revista Sleep Advances, demuestra que estabilizar la hora de acostarse reduce la presión arterial sistólica en 4 mmHg y la diastólica en 3 mmHg en un periodo de tan solo dos semanas. Estas cifras son altamente significativas, ya que la comunidad cardiológica estima que un descenso de 5 mmHg en la lectura sistólica puede disminuir el riesgo de sufrir eventos cardiovasculares graves en un 10%.
La metodología de la investigación consistió en monitorear a adultos de mediana edad con diagnóstico previo de hipertensión. Durante el experimento, se logró reducir la variabilidad del horario de sueño de un promedio de 30 minutos a únicamente siete minutos de diferencia entre cada noche. Los resultados sugieren que no es necesario incrementar las horas totales de sueño, sino alinear el descanso con los ritmos circadianos del cuerpo. La alteración de este «reloj biológico» debilita la respuesta natural de descenso de la presión arterial que ocurre durante la noche, lo que aumenta las probabilidades de padecer hipertensión hasta en un 30% en personas con hábitos irregulares.
El equipo liderado por el profesor Saurabh Thosar enfatiza que este hallazgo representa una estrategia de bajo riesgo, nulo costo y alta escalabilidad para la salud pública. Aunque el ensayo inicial se realizó con un grupo acotado de 11 participantes, la contundencia de los datos metabólicos registrados ha impulsado la propuesta de realizar ensayos clínicos aleatorizados a mayor escala. Mantener un horario fijo para dormir se perfila así como una intervención complementaria esencial para millones de personas que buscan estabilizar sus niveles de presión arterial sin depender exclusivamente de ajustes farmacológicos o cambios complejos en el estilo de vida.


















