Chetumal.- Los meses de septiembre y octubre son los de mayor actividad ciclónica, de acuerdo a las estadísticas del Servicio Meteorológico Nacional, informó la titular de la Conagua, Erika Ramírez Méndez.
Por ahora se tiene un patrón climático en condición neutra, lo cual beneficia.
Este martes se llevó a cabo la Primera Sesión Ordinaria del Consejo Estatal de Protección Civil, con el cual se instaló el Comité Operativo para la Temporada de Lluvias y Ciclones Tropicales 2025, en el cual se dio un panorama sobre las condiciones actuales y la probabilidad estadística de las condiciones climatológicas.
Actualmente, el patrón climático global se encuentra en una fase neutra, es decir, sin la influencia de los fenómenos de El Niño o La Niña.
Esta condición se mantendrá durante junio y julio, con un 55% de probabilidad de que continúe hasta octubre. Sin embargo, existe un 35% de posibilidad de transición hacia una fase La Niña en ese periodo, lo que podría modificar la intensidad y frecuencia de los fenómenos tropicales, aunque recalcó que este es un pronóstico y puede cambiar.
Con el inicio de la temporada de ciclones tropicales en la cuenca del Atlántico, autoridades meteorológicas advierten sobre un aumento en la probabilidad de impactos climáticos en el país, especialmente entre los meses de septiembre y octubre, según datos estadísticos nacionales.
Este comportamiento es recurrente y se ha registrado históricamente con mayor frecuencia en dicho periodo.
Asimismo, la delegada de la consiga dio a conocer que Quintana Roo se posiciona como el segundo estado del país con mayor probabilidad de incidencia de fenómenos meteorológicos, con un 13% de riesgo, solo por debajo de Baja California, que encabeza la lista con un 13.8%, está es una estadística que se ha presentado de 1964 hasta 2024, en el cuál se han formado 119 fenómenos en esta cuenca, de los cuales 55 han impactado directamente al estado caribeño, evidenciando su alta vulnerabilidad ante estos eventos naturales.
Ante este panorama, las autoridades llaman a la población a mantenerse informada a través de los canales oficiales, reforzar las medidas preventivas y dar seguimiento a los pronósticos meteorológicos, por lo tanto la vigilancia constante es clave para mitigar riesgos y actuar con tiempo ante posibles afectaciones.
Ramírez Méndez recordó que durante la canícula una etapa del verano caracterizada por temperaturas elevadas y menor precipitación es común la reducción de lluvias, lo cual puede influir en las condiciones previas al desarrollo de ciclones. Por ello, se enfatiza la importancia de la prevención y preparación ante cualquier eventualidad climática.