
Redacción Macronews.- Habitantes de la Supermanzana 223 en Cancún denunciaron que un bache de más de 80 metros de longitud, ubicado sobre la avenida Galaxias del Sol, se ha convertido en un verdadero “cráter” que mantiene prácticamente intransitable esta vialidad, afectando a automovilistas, peatones y familias enteras que dependen de esta ruta para desplazarse diariamente.
El enorme hundimiento, que con las lluvias recientes se transformó en una laguna de lodo que cubre la calle de banqueta a banqueta, ha sido reportado en múltiples ocasiones por los vecinos. Sin embargo, aseguran que, pese a reparaciones temporales, el problema siempre reaparece, agravándose con cada temporada de lluvias.
El tramo afectado se encuentra entre las calles Monte Arabi y Monte Urbina, donde los residentes afirman que la oquedad representa no solo un riesgo para los vehículos, sino también un foco de infección, debido a los malos olores y la proliferación de mosquitos que se alojan en el agua estancada.
Luis Carmona, chofer de mototaxi y vecino de la zona, relató que recientemente intentó cruzar el charco, pero su unidad quedó atascada y a punto de volcar, luego de que el motor se ahogara. “Quizá sea uno de los baches más grandes de la ciudad. Para nuestras unidades es imposible pasar. Usamos la brecha que está a un lado para seguir nuestro camino”, comentó.
Los habitantes coinciden en que este “cráter” ha partido en dos la colonia, obligándolos a tomar rutas alternas más largas y peligrosas, lo que afecta su economía y tiempo de traslado. Una vecina, quien prefirió mantener el anonimato, expresó su frustración: “Vivimos entre el lodo y es triste porque pareciera que estamos olvidados en esta parte de la ciudad”.

Para evitar el tramo inundado, los automovilistas se ven obligados a utilizar una brecha improvisada a un costado de la calle, la cual, pese a ser de terracería y piedras, resulta más segura que el enorme charco cuyo fondo es incierto.
Los vecinos hicieron un llamado urgente a las autoridades municipales para que se atienda el problema de raíz, pues consideran que los parches temporales no han sido suficientes y que la vialidad requiere una reconstrucción integral para evitar que la situación se repita.




















