Vecinos de la Reserva Ecológica Ombligo Verde, en Cancún, alzaron la voz mediante un comunicado, donde expresaron su preocupación tras la declaración pública de su representante legal, Katerine Ender Córdoba, quien denunció que su integridad física, moral y su libertad están en riesgo debido a su labor en defensa de este espacio natural.
Los ciudadanos señalaron que esta situación no es casualidad, pues reconocen que la única «falta» de Katerine ha sido proteger con valentía un ecosistema invaluable que pertenece a toda la comunidad.
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“Rechazamos con firmeza cualquier intento de intimidar, criminalizar o silenciar a quienes defienden el bien común”, expresaron, y condenaron el uso del poder público o religioso para suprimir el derecho legítimo a proteger la vida, la flora, la fauna y el equilibrio ambiental de esta reserva.
Recordaron que el Ombligo Verde no es solo un terreno, sino un «corazón vivo» en medio de la ciudad: hogar de especies nativas, cenotes milenarios y memoria colectiva. “Su destrucción, en nombre de intereses particulares, sería una herida irreparable a la identidad de Cancún y un daño para las futuras generaciones”.
En su mensaje, hicieron un llamado respetuoso pero firme a la Prelatura de Quintana Roo y a las autoridades involucradas para que escuchen el clamor ciudadano. Les pidieron frenar la ampliación de la Catedral dentro o sobre terrenos colindantes a la reserva, y garantizar legalmente su protección como Área Natural Protegida.
Los vecinos aclararon que no están en contra de la fe ni de ningún credo, sino del ecocidio, del abuso de poder y del uso de instituciones religiosas o políticas para vulnerar el derecho de todos a un entorno sano y digno.
“Recordamos a nuestras autoridades su deber constitucional de proteger los derechos humanos, incluido el derecho a un medio ambiente sano, y de garantizar la seguridad y libertad de quienes lo defienden”, finalizaron.