
Cancún, Q. Roo. La proximidad del Día de Muertos ha impulsado significativamente la economía local en Cancún, con la venta de pan de muerto experimentando un notable incremento del 40% en las panificadoras artesanales.
Este repunte inicial se debe a que los negocios locales están atrayendo tanto a residentes como a turistas al ofrecer variedades tradicionales a precios más accesibles que las grandes cadenas comerciales.
Tradición y Simbolismo
En panaderías locales como La Candelaria, se están elaborando piezas con recetas ancestrales, utilizando ingredientes tradicionales como ajonjolí, azúcar y esencias de azahar.
Luis Armando Dzib, chef en La Candelaria, destacó que el pan de muerto trasciende su función de alimento:
“Mantenemos recetas tradicionales con ajonjolí o azúcar y azahar para que el sabor sea el de siempre, y eso es lo que la gente valora; esto nos motiva a producir más sin perder calidad”, afirmó.
El chef subrayó que el pan es un símbolo cultural que une a las familias en los altares de muertos, donde representa el cuerpo y el alma de los difuntos.
Preservación Cultural y Economía Local
En un contexto como Cancún, una urbe turística, las panaderías independientes cumplen un papel crucial en la preservación de las costumbres mexicanas frente a la globalización.
La alta demanda está impulsando la economía local mediante el empleo de ingredientes regionales y mano de obra artesanal, al tiempo que fomenta el intercambio cultural con visitantes internacionales que descubren el significado profundo del Día de Muertos. Negocios como La Candelaria están produciendo diariamente cientos de panes, adaptándose a diversos presupuestos sin sacrificar la calidad artesanal.









